Base Bíblica:
Génesis: 1:1 a 2:25
Revelación Central: Dios creó todas las cosas e hizo al género humano para
su gloria.
Texto Áureo: "Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son
obra de tus manos" (Salmo 102:25).
Objetivo:
Reconocer el fracaso de las explicaciones evolucionistas de la creación y
admitir que Dios creó todas las cosas.
Bosquejo
I. La palabra creadora de Dios
A. Creador de la vida
B. Las obras creadoras de Dios
II. Dios crea a los seres humanos
A. Hecho a la imagen de Dios
B. Bendecido con una compañera
III. Dios establece la elección moral
A. Seres de elección moral
B. Un árbol y una elección
Introducción
Cuál es la diferencia
entre "teoría" y "realidad"? La "teoría" tiene que ver con hipótesis y
especulación; la "realidad" tiene que ver con la verdad.
La extendida aceptación
de la evolución en nuestra época parece haber hecho indistintas las definiciones
de estos términos. Lo que muchos educadores y científicos afirman como un hecho
—la evolución— es en realidad una teoría. Incluso Carlos Darwin, el padre de la
evolución, reconoció que sus ideas eran sólo una teoría. En realidad, se ha
dicho que, en los últimos años de su vida, Carlos Darwin se hizo cristiano y
aceptó el relato de la creación bíblica.
Los creyentes tienen más
que palabras y definiciones de que depender para formar creencias acerca de la
creación. Tenemos la Biblia, la Palabra de Dios. Nada más tenemos que leer
Génesis para descubrir cómo comenzó la vida. Compárese el relato de Génesis con
lo que pueden probar los científicos en cuanto a la creación, y es evidente que
la Biblia nos da la verdad, no una teoría.
Esta lección examina el
relato de la creación de Génesis. Este relato responde a las preguntas del
hombre acerca del origen y del sentido de la vida.
Comentario Bíblico
I. La palabra creadora de Dios
(Génesis 1:1)
A. Creador de la vida
Pregunta: ¿De dónde vino la raza
humana?
Esta pregunta ha invitado
a reflexionar a la humanidad a través de los siglos. Los partidarios de la
evolución responden a esa pregunta con teorías acerca de la "selección natural"
y la evolución progresiva de los seres vivientes. Sin embargo, con toda su
especulación, no tienen una explicación adecuada para el principio exacto de
todas las cosas. Hablan de imprecisas formas de vida primitiva, pero no pueden
explicar lo que hizo que esas formas sean el punto de partida de la evolución.
En el mejor de los casos, sólo pueden proponer teorías adicionales, como la
teoría de "la gran explosión", para explicar la creación.
Pregunta: ¿Por qué es
Génesis 1 un fundamento sólido para explicar el punto de partida de la creación?
Génesis 1:1 presenta una
explicación mucho más precisa acerca de cómo comenzó a existir nuestro mundo.
Las primeras cinco palabras de la Biblia "En el principio creó Dios"
presentan una clara explicación del origen de este mundo. Sólo tenemos que leer
Génesis 1:1 para encontrar al Creador. Dios es eterno; Él ha existido siempre, y
siempre existirá.
Pregunta: ¿Qué mejor
explicación de la creación podemos hallar que la de un Creador que no tiene
principio ni fin?
La teoría de la evolución
palidece comparada con la sencilla explicación bíblica del origen de la
creación: "Creó Dios los cielos y la tierra" (Génesis 1:1).
B. Las obras creadoras de Dios
Según la teoría de la
evolución, la vida se desarrolló lentamente durante siglos mediante un proceso
que Darwin llamó "selección natural". Durante el transcurso de los siglos, los
animales abandonaron las características que no daban resultado en su ambiente.
Las serpientes que comenzaron a arrastrarse en vez de caminar, por ejemplo, con
el tiempo tuvieron descendientes sin patas. Según la evolución, fue ese proceso
el que dio por resultado los reptiles sin patas de la actualidad.
Pero ¿dónde comenzó todo
ese proceso? Los que abrazan la evolución pueden proponer teorías o hablar del
"enigma" de la vida, pero en definitiva no saben cómo explicar el origen de la
vida.
Pregunta: ¿En qué se diferencia el
relato bíblico de la creación del relato de la evolución?
Compare las enseñanzas de
la evolución con el relato de la creación de Génesis y surge un panorama
distinto. Según la Biblia, todo tiene su origen en Dios. Génesis 1:2
describe una tierra "desordenada y vacía". El mundo estaba vacío y
oscuro, esperando que se le llenara. La única vida presente en los primeros
instantes de la creación era Dios, que se movía sobre su creación por medio de
su Espíritu.
La siguiente obra
creadora de Dios fue disipar las tinieblas [v. 3). Dios vio que su primer acto
creador fue bueno, perfectamente idóneo para sus propósitos. La luz beneficiaría
a todo lo que Dios creara. Entonces Dios "separó la luz y las tinieblas",
creando así el primer día (vv. 4,5).
Los versículos 2-5
contradicen la explicación propuesta por la mayoría de los evolucionistas para
el origen del universo: la teoría de "la gran explosión".
Esta teoría no atribuye
la creación a Dios y su palabra creadora, sino a una explosión de lo que algunos
llaman una "masa primitiva". Su explicación no aclara dónde se
originó esa masa.
La persona que acepta el
relato de la creación de Génesis no ve ningún misterio, ni enigma ni teoría en
los albores de la historia. La historia bíblica da respuestas que eluden quienes
aceptan la teoría evolucionista. Dios habló, y por su palabra llegó a
existir el universo. Ese universo, que incluye la tierra en que vivimos es
creación suya.
II. Dios crea a los seres humanos
(Génesis 1:26,27).
A. Hecho a la imagen de Dios
La teoría de la evolución
presenta al mono como el antepasado del hombre. Según el evolucionista, las
manos, los pies, un cerebro más grande y los rasgos faciales del hombre sugieren
un vínculo evidente con los gorilas y los monos. Los evolucionistas especulan
que un animal con semejanza de mono, ya sea que viviera en los árboles o en el
suelo hace millones de años, también andaba erguido.
Varios millones de años
después, dicen los evolucionistas, aparecieron los bípedos. Esos animales
caminaban erguidos, pero tenían los rasgos faciales de los monos. Con el tiempo,
dicen algunos evolucionistas, esos animales que andaban erguidos desarrollaron
herramientas de piedra.
Esos animales
evolucionaron hasta convertirse en "el hombre mono" que, según creen los
evolucionistas, anduvo por la tierra durante más de cien mil años. Estas
especies descubrieron el fuego y aprendieron a cocinar los alimentos. Los
evolucionistas afirman que esos animales tenían una apariencia más humana que
sus predecesores.
A través de los siglos
"el hombre mono" evolucionó hasta llegar a ser el hombre de neandertal. Dibujos
de lo que consideran los evolucionistas que parecía ese animal lo muestran
erguido como el hombre, pero con la apariencia ignorante de un mono. Algunos
evolucionistas enseñan que la etapa siguiente en el desarrollo evolutivo fue una
forma primitiva de seres humanos. En opinión de los evolucionistas, esos seres
vivientes fueron nuestros antepasados directos.
Pero Génesis 1:26,27
presenta una descripción totalmente distinta del origen del hombre. El relato
bíblico de la creación habla de días no de siglos. No hubo proceso evolutivo
alguno, sino que más bien el hombre fue creado a "semejanza" de Dios (v. 26), y
siempre se distinguió de los animales que ocupaban la tierra con él.
Pregunta: ¿De qué manera fue creado el hombre a semejanza de Dios?
El versículo 26 no
deifica al hombre, sino que lo presenta como creado a la "imagen" de Dios. Se
puede ver la semejanza del hombre con Dios en sus atributos: su carácter íntimo
y su capacidad para conocer directamente a Dios. Eso separa por completo a la
raza humana de los mamíferos, que los evolucionistas están convencidos de que
evolucionaron hasta convertirse en seres humanos.
Tres veces en Génesis
1:27 Moisés empleó la palabra "creó". El concepto de un proceso evolutivo
que abarca millones de años está sencillamente ausente del relato bíblico de la
creación. También están ausentes las explicaciones imprecisas de cómo ocurrieron
los cambios evolutivos. El relato de Génesis nos presenta no como primos del
mono, sino como seres extraordinarios creados a la imagen de Dios.
B. Bendecido con una compañera
Pregunta: ¿Cómo refuta el relato
bíblico de la creación de Adán y Eva las enseñanzas de la evolución?
Los pormenores de la
creación del hombre están en conflicto con las enseñanzas de la evolución. En
vez de nuestra evolución, Génesis 2:7 describe al hombre como creado
directamente por Dios.
La palabra traducida "creó"
describe la obra de un artista. El primer hombre no fue resultado de millones de
años de evolución, sino la obra perfecta de Dios. El hombre no es el resultado
de la selección natural sino que es la obra maestra de Dios.
La diferencia entre el
hombre y los monos es también evidente en la compañera que Dios le dio a Adán.
Se le describe en el versículo 18 como "ayuda idónea para él". Eva convenía a
las necesidades de Adán, y Adán a las de ella. Lo que le-faltaba a
uno lo tenía el otro.
Se describe más esa
relación entre esposo y esposa en 2:21-25. Además, la evolución no es parte de
ese proceso. La mujer, como el hombre, fue la creación de Dios (vv. 21,22). El
hombre reconoció a su compañera en términos afectuosos (v. 23). Se describe la
relación producida por su unión en que un hombre deja a sus padres para unirse
con su esposa (v. 24). Esa nueva pareja se siente cómoda y feliz en su nueva
unión (v. 25).
Esto se diferencia mucho
de los animales de los que dicen los evolucionistas que evolucionamos nosotros.
El apareamiento entre los animales es cuestión de instinto. Aun entre los
animales que hacen pareja para toda la vida, el apareamiento sigue siendo sólo
cuestión de instinto. Sin embargo, para la mayoría de los animales cada nueva
temporada de apareamiento significa un nuevo compañero. La inmensa mayoría de
los animales se aparean con muchos de su especie durante su vida.
De toda la creación, el
hombre y la mujer son excepcionales. Nuestra característica excepcional no es
resultado de la evolución sino de la creación. Somos creados por Dios para que
tengamos comunión con Él.
III. Dios establece la elección moral
(Génesis 2:8,9).
A. Seres de elección moral
Pregunta: ¿En qué se diferencian los animales y las personas respecto a la
elección moral?
Otra gran diferencia
entre el hombre y los animales, de los que presuntamente evolucionó, puede
encontrarse en la esfera de la elección moral. Los animales no se enfrentan a
elecciones ni a dilemas morales. Guiados por el instinto, matan para sobrevivir.
Un animal más débil se convierte en presa de uno más fuerte. El apareamiento no
es otra cosa que una forma de satisfacer las necesidades del instinto y mantener
viva las especies.
Pero eso no es así con
los seres humanos. Si un hombre mata, eso es homicidio. El homicidio viola la
ley de Dios. Si no se le ha endurecido la conciencia, el homicida se sentirá
culpable. A diferencia de los animales, no ha satisfecho sencillamente un
instinto; ha cometido una transgresión moral y se le debe castigar por su delito.
Si uno se deja dominar
por los impulsos sexuales y tiene varias relaciones ilícitas, corre muchísimos
riesgos, como las enfermedades venéreas. A diferencia de los animales que se
aparean por instinto, las personas son seres morales. Los animales no buscan
ayuda psicológica o espiritual para resolver el problema de la culpa, pero
muchísimos seres humanos, que han violado las leyes de Dios y del hombre, buscan
ayuda para resolver su culpa.
La razón del carácter
moral en el género humano no está en su crianza sino en su creación. Desde el
principio, Dios separó a los seres humanos de los animales al crear seres
vivientes de elección moral.
Dios puso a Adán en un
huerto frondoso lleno de árboles fructíferos que le proporcionaban alimento
(Génesis 2:8,9). Pero el alimento no era su único propósito; el huerto se volvió
el sitió de la prueba moral de Adán.
B. Un árbol y una elección
Dios hizo provisiones
afectuosas para Adán. Dios le dio a Adán trabajo para que ocupara su tiempo
(Génesis 2:15), le suministró alimentos en abundancia (v. 16), pero también le
dio límites morales (v. 17). Y Dios estableció las consecuencias por violar esos
limites: la muerte (v.17).
Observe la libertad que
Dios le dio a Adán. Podía trabajar, comer y tomar decisiones éticas. Y a
diferencia de los animales que lo rodeaban en el huerto, el hombre tenía una
obligación moral.
Aun el trabajo que Dios le dio a Adán
tenía matices morales. No estaba en el huerto por casualidad; Dios lo puso allí.
El trabajo que Adán realizó en el huerto fue servir a Dios.
Entre los árboles del
huerto había dos muy importantes: "el árbol de vida" ...y "el árbol de la
ciencia del bien y del mal" (v9).La mayor prueba moral para Adán y Eva vino
mediante el árbol de la ciencia del bien y del mal. Adán y Eva se enfrentaron a
una elección moral. Dios había prohibido específicamente que comieran de ese
árbol. Comer del fruto del árbol implicaba una decisión de desobediencia a Dios;
el no comer era obediencia a Dios
Pregunta: ¿A qué elecciones morales nos enfrentamos hoy?
En la actualidad, siglos
después del Edén, seguimos enfrentándonos a elecciones morales. Algunas son
relativamente insignificantes, pero tienen su aspecto moral. Algunas elecciones
son más serias; el resultado puede ser un asunto de vida o muerte como la
decisión a que se enfrentaron Adán y Eva.
A diferencia de otros
primates, somos los únicos con capacidad para tomar decisiones éticas. De igual
manera, somos los únicos a quienes se les pide cuenta por sus decisiones éticas.
Pregunta: ¿De dónde viene el carácter moral del género humano?
La respuesta es sencilla:
los seres humanos no evolucionaron. Dios los creó como la corona de su creación.
Dios también puso en nosotros la capacidad de distinguir entre el bien y el mal
y la libertad moral para tomar esa decisión. A diferencia de los animales,
vivimos en un campo moral. Sólo nosotros tenemos la capacidad de confiar en algo
distinto de los instintos inmanentes para tomar nuestras decisiones; tenemos un
sentido de moralidad reflejo directo del que nos hizo.
Aplicación
Tenemos que recordar que
la evolución es una teoría. No es realidad sino suposición. La Biblia, por otra
parte, tiene evidencia histórica que prueba su validez, además de la prueba
hallada en las innumerables vidas transformadas por su enseñanza. Como la Biblia
es verdadera, podemos confiar en su explicación del origen de la vida.
Un defecto importante en
la teoría de la evolución es su falta de una explicación creíble respecto al
propósito del género humano. Por contraste, por qué estamos aquí y qué nos
sucede cuando morimos se responden con toda claridad en las páginas de la Biblia.
No somos el resultado sin
sentido de la evolución, sino la obra de las manos de Dios. Y Dios nos creó para
que le diéramos gloria. Pero sólo podemos darle gloria a Dios teniendo una
relación personal con Él. Las personas, por mucho que se esfuercen, no pueden
tener una relación con Dios con sus propios esfuerzos. Pero Dios nos ha dado un
medio para tener una relación con Él por medio de su Hijo Jesucristo.
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