miércoles, 20 de noviembre de 2013

ESTUDUIO BIBLICO Hechos 10-20

Introducción Bíblica
Hechos 10-20
En esta sección del libro de los Hechos, vemos el cambio del liderazgo de la Iglesia, que es transmitido de Pedro a Pablo. Pedro era un judío tradicional, y tenía dificultad para entrar a la cultura griega, donde no se sentía cómodo. Y Pablo era un judío nacido en la dispersión helenística, por tanto, se sentía bien en la cultura judía y en la griega. Por este motivo, vemos un cambio de enfoque, de un cristianismo centrado en Jerusalén, a un cristianismo centrado en las misiones desde Antioquía de Siria.

El evangelio es para todos (Hechos 10:1-48)
La Iglesia primitiva centrada en Jerusalén, se había iniciado a partir de la religión judía. Sin embargo, Dios no permitió que la iglesia madurara como una fe centrada en una nación, como en el Antiguo Testamento. Vemos que Él comienza a incluir a los gentiles. En el capítulo 10, Dios invita a Cornelio a formar parte de Su familia, para sorpresa de los judíos, incluyendo a Pedro. Pedro sólo vino porque Dios le mostró una visión tres veces, convenciéndolo de ir a predicar a Cornelio, un centurión romano, y a su familia. Mientras Pedro estaba hablando, el Espíritu Santo descendió sobre todos los presentes. Nadie podía dudar de que se habían convertido en hijos de Dios y fueron bautizados.

El escepticismo de la iglesia de Jerusalén (Hechos 11:1-30)
Al volver a Jerusalén, Pedro tuvo que explicar lo sucedido. Afortunadamente, la iglesia entendió que Dios estaba obrando según Su voluntad. Dios alentó a que aceptaran a los cristianos griegos en Antioquía. Cuando la iglesia de Jerusalén se enteró, envió a Bernabé a investigar. Él invitó a Saulo a venir a ministrar, y los discípulos fueron llamados ‘cristianos’ por primera vez. Estos cristianos recogieron la primera ofrenda especial para ayudar a los pobres en esa época.

Pedro es encarcelado y milagrosamente liberado (Hechos 12:1-25)
Herodes había matado a Jacobo, hermano de Juan, y encarceló a varios cristianos, incluyendo a Pedro. Mientras la iglesia oraba por la seguridad de Pedro, Dios envió a un ángel para liberarlo y lo sacó de la prisión. El apóstol fue a la casa donde la iglesia estaba orando, pero nadie le creyó a Rode cuando ella dijo que Pedro tocaba la puerta. Ella se emocionó tanto al oír su voz, que se olvidó de abrir la puerta. Herodes mandó a matar a los guardias de la cárcel, y más adelante, él mismo murió de una terrible enfermedad.

Bernabé y Saulo inician el primer viaje misionero (Hechos 13:1-52)
La Iglesia de Antioquía envió a los primeros misioneros. Bernabé y Saulo fueron primero a Chipre, donde Saulo adoptó el nombre de Pablo. Satanás envió al mago Elimas para oponerse, pero Pablo hizo que él quedara temporalmente ciego. Luego, Pablo y Bernabé (el orden de los nombres cambia –compare 13:1 con 13:43, 46, 50) llegaron a Antioquía de Pisidia, donde muchos se convirtieron a Cristo. Los líderes judíos se oponían a Pablo y Bernabé, así que comenzaron su ministerio con los gentiles.

La última parte del primer viaje (14:1-28)
Ante la oposición de los judíos, Pablo y Bernabé fueron a Iconio, donde también los judíos los persiguieron. Entonces, fueron a Listra, donde los recibieron como enviados de Zeus, luego de que Pablo sanara a un hombre inválido. Cuando ellos rechazaron tales adulaciones, fueron apedreados. Tomándolos por muertos, los abandonaron. Pablo se levantó, y fueron a Derbe, donde muchos más se convirtieron en cristianos. Predicando el evangelio en diversos lugares, volvieron a Antioquía, finalizando el primer viaje misionero.

El concilio de Jerusalén y eventos posteriores (15:1-41)
El tema del primer concilio de la iglesia fue ‘la salvación’. El concilio determinó que la salvación es sólo por gracia y no requiere de obras de la ley. Los judaizantes opinaban que los requisitos de la ley del Antiguo Testamento eran esenciales para la salvación, pero esta idea fue rechazada. Se envió una carta a las iglesias gentiles, animándolas a respetar a aquellos que tenían un trasfondo judío. Al volver a Antioquía, Pablo y Bernabé tuvieron un desacuerdo acerca de Juan Marcos, y se separaron en dos equipos misioneros. Pablo eligió a Silas como su compañero de misiones.

Pablo y Silas inician el segundo viaje misionero (16:1-40)
Primero fueron a Derbe, luego a Listra, donde el joven Timoteo se unió a ellos. Pablo recibió una visión en Troas (16:6-10), para que vaya hacia el oeste, a Macedonia (Europa), y no al este (Asia). En las afueras de Filipos, Lidia fue la primera convertida en Europa. Pablo echó fuera a un espíritu inmundo, de una joven esclava y, como resultado, fue llevado a prisión.
Cuando Pablo y Silas cantaban a Dios, un gran terremoto los liberó de sus cadenas. El carcelero les preguntó qué debía hacer para ser salvo. Él y su familia se convirtieron en cristianos y curaron sus heridas. Fue aquí donde Pablo reclamó sus derechos como ciudadano romano.

La última parte del segundo viaje (17:1-18:28)
Desde Filipos, fueron a Tesalónica, donde muchos se habían convertido, pero, fueron obligados a salir. Al llegar a Berea, la gente escudriñaba las Escrituras antes de creer. Los judíos de Tesalónica llegaron y levantaron oposición, obligándolos a irse. Pablo fue a Atenas, donde trató de persuadir a filósofos y otros, con poco éxito. Luego, se dirigió a Corinto, donde permaneció 18 meses con grandes resultados. Allí conoció a Priscila y Aquila, quienes más adelante enseñarían y levantarían al predicador llamado Apolo. En 18:23, Pablo y Silas terminan su segundo viaje misionero y comienzan el tercero.

Pablo y Silas en el tercer viaje misionero (19:1-41)
Habiendo pasado por Galacia y Frigia, Pablo y Silas llegaron a Efeso, donde Dios manifestó muchos milagros, sanidades y liberaciones. Muchos se convertían al ver el poderoso ministerio de Pablo. Él permaneció allí por dos años y luego, decidió ir a Jerusalén. Pero antes de irse, Demetrio, el platero, lo acusó de blasfemar contra la diosa Artemisa (llamada Diana). Pablo quiso ir a hablar con la multitud pero, por seguridad, los discípulos no le permitieron. En medio de gran confusión, el escribano logró apaciguar a la multitud y señaló que no estaban actuando según la ley. Los mandó a sus hogares y dijo que Demetrio podía tomar las acciones legales correspondientes si tenía evidencia de sus acusaciones.

Fin del tercer viaje y una despedida con gran llanto (20:1-38)
Pablo y su equipo salieron para ir a Macedonia, y dirigirse a Grecia. Tenían la intención de tomar el barco a Siria, pero fueron obligados a volver por Macedonia al enterarse de un complot contra su vida. Al llegar a Troas, Pablo predicó hasta muy tarde en la noche. Eutico se quedó dormido, cayó desde el tercer piso y murió. Pablo lo resucitó y salió de allí de día. Tomando un barco a Mileto (pasando de largo a Éfeso para llegar pronto a Jerusalén), se encontró con los ancianos de Efeso, para una despedida y oración final, y luego se despidieron con muchas lágrimas.
Escrito por Glenn A. Jent

No hay comentarios:

Publicar un comentario