LA DISCIPLINA ESPIRITUAL I Timoteo 4:7-8
Propósito: Fortalecer la disciplina espiritual, mediante el ejercicio
constante y disciplinado de la devoción y reverencia a Dios.
Introducción:
Según mi apreciación, aunque está saliendo variada literatura sobre
espiritualidad no se le está dando la importancia debida como disciplina
espiritual, a la palabra piedad (eusebeia) que Pablo usa en su primera
carta a Timoteo.El Diccionario Ilustrado de la Biblia, nos dice que es
una palabra que por lo general se define como devoción religiosa y
reverencia a Dios. En vez de devoción religiosa yo prefiero decir:
“Disciplina espiritual”.
Esta disciplina espiritual por lo menos posee dos elementos que
requieren una práctica constante: la oración y la meditación de la
Palabra de Dios (Biblia). La oración, como dijera Spurgeon: “Es el
delgado nervio que mueve el poderoso brazo de Dios”. La lectura con el
estudio sistemático de la Biblia hace sabio al sencillo, alimenta al
hombre interior. El resultado es el fortalecimiento de la comunión con
Dios. Lo contrario a la piedad es la impiedad, palabra que señala el no
tener relación con Dios, un impío es alguien sin comunión con él.
Con relación a la disciplina espiritual, vida piadosa, quiero
considerar tres aspectos. El primer aspecto que debe ser considerado es
el rechazo a invertir tiempo en fábulas profanas propias de viejas.
La palabra fábula (Muthos), es una palabra que hace referencia tanto a
la mitología griega como a las especulaciones judaicas en las que se
entretenían los falsos doctores. William Barclay, en su comentario de I
Timoteo nos dice: “Timoteo tenía que evitar los cuentos inútiles que son
como los que las viejas les cuentan a los niños. Es fácil perderse
siguiendo bifurcaciones y enredarse con cosas que no pasan de ser
adornos”.
Estas fábulas son profanas, porque no tienen ningún provecho
espiritual. Si no son provechosas para la vida espiritual, y
principalmente si se trata del pastor, son pérdida de tiempo, sin
sentido alguno.
Hoy en día abundan los amantes de las especulaciones. Hay abundante
literatura sobre gente que ha soñado con el cielo y con el infierno,
esta literatura se vende “como pan caliente”. Pero solo son eso, sueños y
especulaciones, cuentos de camino real. La verdad es que todo aquello
que no tiene base en la revelación bíblica, no merece que gastemos
inútilmente nuestro tiempo y aun nuestro dinero en el.
El segundo elemento que debemos considerar es la inversión de tiempo en el fortalecimiento de la piedad.
Pablo dice ejercítate, término gimnástico que habla del ejercicio
corporal, al que se sometían los atletas para tener su cuerpo en buenas
condiciones.
Para poseer una espiritualidad en crecimiento, una adecuada y buena
comunión con Dios, necesitamos ejercitarnos diariamente en la oración y
en el estudio sistemático de la Biblia. 2 Recordemos que dos funciones
prioritarias según los apóstoles en Hechos 6:1-7 son la oración y la
predicación de la Palabra. Se requiere del predicador de la Palabra de
Dios que maneje cuidadosamente la Palabra de verdad. En II Timoteo 2:15
leemos: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero
que no tiene de avergonzarse, que traza bien la Palabra de verdad”. La
palabra traza, es traducida maneja, en La Biblia de las Américas.
Nuestro deber es cuidar la vida espiritual, fortalecerla como el
atleta lo hace con su cuerpo. El cuidado del cuerpo es provechoso
temporalmente; la disciplina espiritual afecta no solo la vida presente
sino la venidera. La genuina espiritualidad produce efectos eternos. En
el comentario Bonnet-Schroeder leemos: “Lo que no contribuye a la piedad
(espiritualidad) para nada sirve. El creyente en Cristo debe rechazar
toda doctrina y práctica que más bien nos aparta de la auténtica
piedad”.Juan Calvino dijo que Pablo usa la palabra piedad para denotar
el culto espiritual a Dios que consiste en la pureza de conciencia.
El tercer aspecto a considerar es la buena administración del tiempo
que tenemos.Esta pregunta debemos trabajarla: ¿En que invierto mí
tiempo? El manejo del tiempo es un problema para muchos pastores,
involucrados en múltiples ocupaciones que son necesarias pero
no son las funciones prioritarias en las que deben ocuparse. Los
apóstoles establecieron que la prioridad era orar y predicar la Palabra,
pero esta responsabilidad es de él hacia los demás. La palabra piedad
habla de su responsabilidad para consigo mismo, mantenerse en forma
cuidando su relación con Dios.
La prioridad del pastor tiene dos direcciones:
• Hacia Dios, ejercitarse para la piedad, o sea su comunión con él.
• Hacia su tarea pastoral. Orar y predicar así como enseñar la palabra.
Conclusión:
Si queremos ser aprobados por Dios, sin descuidar nuestra tarea
pastoral, cuidemos nuestra relación con él. Ejercitémonos diariamente
con ejercicios espirituales, como la oración y el estudio sistemático de
la Biblia.
Usado con permiso.
DevocionalesCristianos.org

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