Trasfondo bíblico:
1 Corintios 1:10-2:15
Verdad central:
La verdadera sabiduría viene de Dios y se revela en su Palabra.
Texto áureo: Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los
sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte. 1
Corintios 1:27
Objetivo:
1. Examinar las limitaciones de la sabiduría humana y la
incapacidad del hombre para allegarse a Dios por medio de su conocimiento.
2. Reconocer la supremacía de la sabiduría de Dios y
valerse de la fe para madurar en ella.
Bosquejo General
I. Divisiones en la iglesia
A.
La influencia del mundo
B.
Las divisiones en el liderazgo
II. La sabiduría limitada del hombre
A.
Las reacciones a la cruz
B.
Los vanos esfuerzos humanos
III. La sabiduría de Dios es ilimitada
A.
La fe basada en el poder de Dios
B.
La revelación de la sabiduría de Dios
Introducción
La sabiduría que el hombre adquiere a
través de su propio esfuerzo no tiene la dinámica espiritual. No tiene el poder
de libertar a la gente del pecado. Proverbios 9:10 define la verdadera
sabiduría: "El temor de Jehová es el principió de la sabiduría." Uno no puede ni
siquiera comenzar el camino de la sabiduría sin el temor del Señor. La sabiduría
de Dios en las Escrituras es una revelación divina que los sabios del mundo
desconocen totalmente.
Pablo vivió en una época cuando la
filosofía y la sabiduría humanas se teman en grande estima, pero él se negó a
diluir su predicación para complacer a los "sabios". El sabía que tales personas
consideraban su predicación como insensata. Se creían intelectualmente
superiores a los que encontraban la salvación en la cruz. Sin embargo, ante los
ojos de Dios ellos eran los insensatos porque rechazaban a Cristo en quien
reside la verdadera sabiduría. Su mundano razonamiento los cegaba a la verdad
del evangelio. Muchos hoy siguen ese mismo camino.
Comentario Bíblico
I. Divisiones en la Iglesia (I Corintios
1:10-13)
A.
La Influencia del mundo
Pablo escribió 1 Corintios para
dirigirse a una variedad de costumbres que existían en la iglesia de Corinto.
Esto incluía su respuesta a una carta de la congregación sobre el matrimonio y
la carne ofrecida a los ídolos (1 Corintios 7:1; 8:1). Los problemas de los
creyentes de la iglesia en Corinto eran semejantes a los problemas de los
creyentes hoy en día, y la amplia aplicación práctica de este libro no se puede
exagerar.
Dios había bendecido ricamente a los
miembros de la iglesia en Corinto y éstos habían gozado de la operación de los
dones espirituales en sus cultos (1 Corintios 1:5,7), aunque también eran
inmaduros y camales (3:1). Habían sido llamados a ser santos (1:2), pero no se
comportaban como tales.
Parte del problema era su admiración de
la "sabiduría" propuesta por la filosofía griega y que estaba arraigada en su
cultura. Muchas de estas filosofías tenían como base al hombre y su supuesta
autosuficiencia. Esta llamada sabiduría estaba en conflicto directo con el
evangelio, sin embargo influía en la manera como muchos de la iglesia se
conducían en su vida cristiana. La carnalidad y la inmadurez espiritual eran los
resultados inevitables. La división en la congregación era una evidencia de la
influencia del mundo. En el versículo 10 Pablo propone el ideal de Dios, es
decir, una descripción de la unión que Él desea entre su pueblo. Cada acción o
cualidad que se presenta añade a la siguiente ilustración: "Que habléis todos
una misma cosa... que no haya divisiones... perfectamente unidos en una misma
mente... un mismo parecer." Cuando se destruye esa unión entre los cristianos,
la fortaleza y la belleza del evangelio se debilita.
La palabra "cisma" viene de la palabra
griega que se traduce como "contienda" o "disensión." Se usa en Juan 7:43, 9:16
y 10:19, en referencia a la división entre la gente sobre el ministerio de
Jesús. En Mateo 9:16 y Marcos 2:21 esta palabra se traduce "rotura" para
describir el paño viejo que se rompe al ponerle un remiendo nuevo. La palabra
ilustra exactamente lo que ocurría en la iglesia de Corinto.
Pregunta: ¿Cómo amenaza la sabiduría
del mundo a la iglesia de hoy?
La palabra griega traducida como
"perfectamente unidos" significa reparar. En Mateo 4:21 se traduce como
"remendaban". En ese versículo los pescadores estaban reparando sus redes para
que los peces no se salieran por las roturas que el constante uso había hecho.
En Gálatas 6:1 la palabra se traduce como "restauradle", refiriéndose a la
restauración de uno que ha pecado.
Remendar y restaurar eran necesarios
para evitar que la unión de la iglesia en Corinto se desintegrara más. La gente
ya entraba en disputas, ciertamente no era ese el comportamiento que deben
exhibir los creyentes que están unidos en el cuerpo de Cristo. Al continuar
Pablo el desarrollo de su epístola, haría un bosquejo de los conflictos por los
que pasaban los corintios y de los principios de la unión que Dios espera que
sus hijos practiquen constantemente.
B.
Las divisiones en el liderazgo
Pregunta: ¿Por qué es que seguir "a
ciertas personalidades" no concuerda con la misión de la Iglesia?
La iglesia se había dividido en
facciones alrededor de los líderes espirituales. Era el mismo tipo de división
que existía entre las distintas escuelas de filosofía en Corinto. Cada maestro
atraía a cierto grupo de discípulos que lo seguían y se negaban a aceptar las
teorías de los demás filósofos. Parece raro que este tipo de espíritu partidario
se infiltrara en una congregación cristiana, pero así era.
Pablo, Apodos y Pedro fueron escogidos
por Dios para ser sus mensajeros. Cada uno tenía una personalidad distinta y sin
duda una manera distinta de dar el mensaje de Dios. Sin embargo, tales
diferencias le daban a la iglesia una perspectiva completa y no tenían el
propósito de dividirla.
Pablo no se sintió halagado de ser uno
de los líderes que tenía la lealtad de algunos. Les hizo preguntas con el
propósito de volverlos en sí. "¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por
vosotros? ¿Fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?" Estas preguntas eran
tales que no necesitaban respuesta. Pablo y los otros líderes habían de ser
respetados por su ministerio, pero nadie debía usarlos como el punto principal
de las divisiones.
Los motivos de los que decían que eran
"de Cristo" no están del todo claros. Quizá trataban de demostrar que eran más
espirituales que los demás. La mención que hace Pablo de ellos indica que su
espíritu también era contencioso.
Los cristianos deben demostrar el amor,
el honor y la lealtad a los líderes que Dios ha dado a la iglesia. También
necesitan apoyarlos financieramente. Sin embargo, deben darse cuenta que los
ministros son siervos de Dios. Las facciones a causa de los líderes y sus
personalidades no le agradan a Dios ni tampoco edifican su reino. Los cristianos
deben estar alertas a este peligro y tratar de evitar que el cuerpo de Cristo
sea la víctima.
II. La sabiduría limitada del hombre (1
Corintios 1:17-31)
A.
Las reacciones a la cruz
Para ayudar a los corintios a quitar su
vista de los líderes humanos dentro de la iglesia. Pablo presentó un argumento
detallado para el lugar singular de Cristo como la expresión del poder de Dios y
la sabiduría para el hombre. Jesús representa todo lo que el hombre no puede
hacer para alcanzar a Dios. Por esta razón, mucha parte del lenguaje de los
versículos 17-31 es de contraste. Una y otra vez, se presenta a Jesús como el
único remedio para el decaimiento espiritual del hombre.
En ningún sentido rebajaba Pablo la
importancia del bautismo en el versículo 17. Todavía se refería a la división
sobre los líderes espirituales. Parece que hasta sentía alivio de haber
bautizado a sólo unos cuantos de los creyentes corintios porque así no se le
podía acusar de bautizar a los creyentes como sus propios discípulos. De esta
declaración sobre el bautismo Pablo pasó a una discusión sobre el tema central
de su mensaje, la cruz. Es la demostración más grande del contraste entre la
sabiduría de Dios y la del hombre. Es también la demostración más grande del
poder de Dios.
Pregunta: ¿Qué clase de "palabras
persuasivas de humana sabiduría" podrían quitar la atención de la cruz?
Cuando Pablo predicaba no confiaba en
los ingeniosos argumentos del hombre. El temía que sus oyentes se fascinaran
tanto con cualquier demostración de ingeniosidad que perdieran de vista la
visión de la cruz y su verdadero significado (versículo 17). La predicación de
la cruz incita dos reacciones en los oyentes: para los incrédulos es locura;
para los creyentes es el poder de Dios (versículo 18). A los sabios del mundo se
les pasa completamente por alto el poder de la cruz porque su "sabiduría" a
menudo les lleva a ridiculizar el mensaje. Esta actitud revela que están entre
los que "se pierden".
B.
Los vanos esfuerzos humanos
En el versículo 19 Pablo citó a Isaías
29:14. La Biblia enseña que la sabiduría comienza con Dios; el inconverso cree
que comienza con él. En los versículos 19 y 20 Pablo habló de los que el mundo
llama sabios: los maestros y los filósofos. Parece que en la época de Pablo esta
gente quería resolverlo todo por medio del razonamiento humano solamente (a
menudo eso es cierto hoy). Creían que podían encontrar a Dios sin ninguna ayuda
de parte de Dios, pero, ¿qué puede hacer la sabiduría humana para rescatar al
mundo de la degeneración moral? La sabiduría humana no tiene poder para sacar al
hombre de las profundidades del pecado porque no puede dirigirlo hacia Dios.
Pregunta; ¿Cuál es la acusación
mayor en contra de la sabiduría humana?
"El mundo no conoció a Dios mediante la
sabiduría" (1:21). La gente ha tratado de descubrir a Dios por medio de su
filosofía pero jamás lo ha encontrado. La "locura de la predicación" en el mismo
versículo se puede traducir como "la locura de lo que se predicaba" o "la locura
del mensaje que se predicaba". La cruz es donde la humanidad perdida encuentra
la libertad de la esclavitud espiritual. Si el hombre en el orgullo de su propia
"sabiduría" rechaza la revelación de Dios, no tiene esperanza de salvación.
Aunque los judíos tenían una perspectiva
distinta de la de los griegos (todos los gentiles), ninguno de ellos jamás pudo
encontrar a Dios, porque todos usaban los medios incorrectos. Los judíos exigían
señales milagrosas constantemente. Los griegos dependían de la sabiduría humana
en su búsqueda de la verdad. En vez de tratar de satisfacer las exigencias de
estas dos audiencias y complacerlas. Pablo seguía predicando el mensaje del
Mesías que fue crucificado por su pueblo.
Los judíos no aceptaban el mensaje de la
cruz porque no podían ver cómo alguien que había sido ejecutado como criminal
podría haber sido el Mesías. Los gentiles se vieron atrapados por el mismo
error. Ellos razonaban que un criminal jamás podría ayudarle a alguien a
encontrar la salvación. Consideraban que la encarnación y la expiación eran
temas que debían rechazarse como tonterías; para ellos Jesús era sólo un
engañador judío que había sido ejecutado.
Una vez que los gentiles o los judíos
recibían a Cristo, su actitud hacia El cambiaba. En vez de tropezar en Cristo o
considerar la cruz como mensaje de locura, se daban cuenta que la crucifixión de
Jesucristo revelaba el poder y la sabiduría de Dios (versículos 22-24).
El versículo 25 hace una declaración que
puede parecer alarmante a primera vista. Sabemos que Dios no es ni insensato ni
débil, pero Pablo usaba expresiones que parecían extremas para ayudar a los
corintios a ver hasta dónde llega la superioridad de Dios sobre el hombre. Hasta
el pensamiento más sencillo que Dios pueda concebir ("su insensatez") todavía
sería mucho más grande que lo que la mente humana pueda concebir. La
demostración más grande de la fortaleza del hombre parece insignificante ante el
más mínimo ejercicio del poder de Dios (su "debilidad"). Este método de
comparación se puede ver en el uso que Jesús hace del amor y el "odio" en Lucas
14:26, donde el amor del creyente por Cristo debe ir más allá del amor por todo
lo demás.
Pablo no dijo que Dios no llama a ningún
sabio, poderoso o noble, sino que llama a "muchos" (versículo 26). Esto no
indica que el evangelio no sea para tales personas, sino que a menudo, su manera
mundana de pensar y su deseo por el poder levantan una barrera entre ellos y el
Señor. Se sienten demasiado seguros de sí mismos para necesitarlo.
Al escoger Dios a personas que el mundo
considera débiles e insensatas, avergüenza a los que creen ganarse su salvación
por sus propios méritos (versículos 27-31). El ha diseñado su propio plan de
redención de tal manera que nadie se puede jactar de haberse salvado a si mismo.
Si la persona ha de ser librada del pecado, debe confiar en los medios de
salvación que Dios le ha provisto por medio de Jesucristo.
Cristo ha dado todo lo que la persona
necesita para tener una relación buena con Dios. Jesús cumple con la justicia,
la santificación y la redención que el cristiano necesita (versículo 30). Así
que toda alabanza por nuestra salvación se dirige a Dios no al hombre (vea
también Jeremías 9:23,24).
La sabiduría que se basa solamente en la
razón humana y que se desarrolla sin la influencia santa no solamente ignora la
sabiduría de Dios, sino que llega a rechazarla. Esta clase de sabiduría está
arraigada en el humanismo secular de hoy en día; es una filosofía pecaminosa que
abarca toda esfera de la sociedad.
Pregunta: ¿Cuáles son algunos de los
peligros de tener una fe basada en -la sabiduría humana?
III. La sabiduría de Dios es ilimitada
(1 Corintios 2:1-16)
A.
La fe basada en el poder de Dios
Pablo en su predicación contaba con el
poder del Espíritu, no con el discurso poderoso que da la impresión de
sabiduría. El limitaba su mensaje a la muerte propiciatoria de Cristo. Este era
un tema que el "sabio" llamaba locura, pero que había llevado a los corintios a
una relación salvadora con Dios. El podía impresionarlos con su oratoria, ya que
había sido preparado en las mejores escuelas de su tiempo, pero la meta de Pablo
era que vieran a Cristo, no a él.
Pablo había deseado que la fe de ellos
estuviera basada en el poder y la sabiduría de Dios, no del hombre. Así que él
predicó con la demostración y el poder del Espíritu de Dios (2:4). Esto
aseguraba que la fe de los corintios se basara en el poder de Dios (versículo
5).
B.
La revelación de la sabiduría de Dios
El Espíritu revela las verdades
profundas de Dios a los que ponen su confianza en Jesús, las cuales los
pecadores no pueden conocer (2:9,10). Los impíos son controlados por el espíritu
de la época y permanecen en ignorancia de los misterios de Dios. Los creyentes
comprenden esos misterios por la revelación del Espíritu, no por el razonamiento
natural.
Fíjese en el contraste: El "espíritu del
mundo" y el "espíritu que proviene de Dios".
Cuando los siervos de Dios enseñan esas
verdades, confían en el Espíritu y en el mensaje revelado de Dios y no en sus
propias capacidades y mensaje. Como Dios les ha dado el Espíritu
Santo que mora en ellos, los creyentes
pueden regocijarse de que Dios les ha revelado su sabiduría, la cual los guía
diariamente (2:12,13). El impío no puede comprender las cosas del Espíritu de
Dios (versículo 14) y las llama "locura".
Pregunta: Ya que los valores se
forman por medio de la educación, ¿qué precauciones se pueden tomar para
asegurar que los hijos retengan los valores cristianos mientras estudian la
sabiduría humana?
La sabiduría del evangelio de Jesucristo
es superior a todo. Aun la persona más sabia del mundo no la puede comprender.
El pensamiento de Dios es un misterio, escondido de los que lo rechazan, pero
que es revelado a los que se humillan delante de El y buscan la salvación
Aplicación
Los principios por los que vive mucha
gente son totalmente egoístas. La llamada sabiduría que domina a la sociedad es
contraria a la voluntad de Dios. La influencia del razonamiento sin Dios se ha
hecho tan poderosa que los cristianos deben cuidar de no caer en ese error. Es
imprescindible que el pueblo de Dios guarde su Palabra en el corazón. Su
sabiduría se revela en la Biblia, y cuando estudiamos esa sabiduría guiados por
el Espíritu, podemos resistir el pensamiento del hombre.
La sabiduría que el individuo escoja
dictara su sistema de valores: "Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal
es él" (Proverbios 23:7).
Hoy el mundo clama: "Si te gusta,
hazlo." Esta es la "sabiduría" que ha venido destruyendo la moral de la
humanidad desde la caída del hombre en el huerto del Edén. Cuando se le da
rienda suelta a esa clase de pensamiento, los resultados pueden llegar a ser
espiritualmente fatales. La sabiduría de Dios enseña que las personas
verdaderamente felices son las que tienen hambre y sed de justicia, y que "los
de limpio corazón verán a Dios (Mateo 5:6,8).
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