Para los Padres
“…GUARDA SUS ESTATUTOS Y SUS MANDAMIENTOS… PARA QUE TE VAYA BIEN A TI Y A TUS HIJOS…” (Deuteronomio 4:40)
Los valores espirituales son mejor captados que aprendidos. Como
padres, estáis constantemente transmitiendo vuestros valores a los
hijos. Así que:
(1) Enseñadles a orar
Ayudad a vuestros hijos a comprender que la oración sirve para forjar
una amistad duradera con Dios. Y ellos van a necesitar su amistad,
especialmente cuando no estéis cerca para ayudarles. Hacedles saber que
el Señor está siempre disponible, todos los días de la semana, y las
veinticuatro horas al día.
(2) Hablad menos y demostrad más
Vosotros formáis el concepto que vuestros hijos tienen de Dios. Tanto
si sois amorosos y protectores como distantes y fríos, vuestros hijos
crecen viendo al Señor a través de las experiencias que tienen con
vosotros. Por ejemplo, Dios nunca está demasiado ocupado como para no
ser interrumpido, dice constantemente que os ama, y nunca insulta. ¿Lo
vais captando?
(3) Enseñadles a ver al Señor en otros
Una vez que vuestros hijos vean a Dios obrando en vuestras vidas
personales, empezarán a verle también en las vidas de los demás. Cuando
esto ocurra, valorarán y respetarán a otros y serán valorados y
respetados por ellos, ¡y esto les proporcionará seguridad!
(4) No les enviáis, llevadles
Vuestros hijos necesitan creer ? y ¡pertenecer! Enseñadles que así
como un órgano desconectado del cuerpo muere, ellos morirán
espiritualmente si no están vinculados a una iglesia local. `Pertenecer’
significa que siempre tendrán un lugar a donde ir. La Biblia dice:
“Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de él”
(Proverbios 22:6). Mostrarles el camino correcto es ¡lo mejor que podéis
hacer!
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