Verdad central:
La ética cristiana fortalece las relaciones.
Texto Áureo: Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos
a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Efesios 4:32
Trasfondo Bíblico: 1 Samuel 20:11-17, 41, 42; 2 Corintios 8:16-24; 1 Timoteo
5:1-3
Bosquejo
I. Responsabilidad
A. Sea honrado
B. Asóciese a otros
II. Respeto
A. Trate con respeto a los demás
B. Honre a los demás
III. Lealtad
A. Muestra de lealtad
B. Lo que es ser leal
Objetivo: Analizar los principios de tratar a los demás con dignidad y
aplicarlos a nuestras relaciones.
Introducción
Para el creyente, son importantes las relaciones personales. Gracias a las
relaciones con los demás, tenemos la oportunidad de hablarles de Jesucristo.
Tenemos también la oportunidad de ayudar a crecer a los hermanos en la fe en su
andar espiritual. Pero a fin de ser eficientes en ese ministerio debemos
asegurarnos de que fortalezcamos esas relaciones.
Esta lección presenta principios de ética personal con los que podemos
fortalecer nuestras relaciones con los demás. También esos principios muestran
la responsabilidad que tenemos con quienes nos rodean, sobre todo con quienes
son cristianos.
Cada uno de estos principios confirma la dignidad y el valor de los demás.
Cuando obedezcamos esos principios, fortaleceremos nuestra relación con los
demás. Además, el vivir conforme a esos principios fortalecerá su iglesia.
Comentario bíblico
I. Responsabilidad: 2 Corintios 8:16-21
A. Sea honrado
Es muy importante la responsabilidad, sobre todo con relación a la cuestión
económica. Pablo sabía eso y tuvo el cuidado de no emplear mal los fondos de
quienes apoyaban su ministerio. Fue también cuidadoso en la forma que administró
el dinero que otros creyentes le habían confiado.
Los capítulos 8 y 9 de 2 Corintios son las instrucciones de Pablo a los
corintios respecto a una ofrenda para los pobres. Esas instrucciones incluyen
detalles de cómo Pablo planeaba administrar esa ofrenda. Es probable que esa
ofrenda sea la mencionada en Hechos 24:17.
Pablo sabía que él y sus compañeros llevarían la ofrenda de los corintios a
Jerusalén. A Pablo, como fundador de la iglesia de Corinto, se le debe de haber
confiado la administración del dinero sin que nadie sospechara un mal manejo.
Sin embargo, él hizo que otros participaran en la administración de esa ofrenda
para evitar críticas sin fundamento.
Otros tres hombres viajaban con Pablo mientras recogía y llevaba esos fondos.
Tito, ya conocido para los corintios, estuvo dispuesto a ayudar (w. 16,17). No
sabemos quién era el hermano mencionado en el versículo 18, pero era bien
conocido y tenía una reputación excelente entre las iglesias. En realidad, había
sido escogido por las iglesias para esa tarea (v. 19). El tercer hermano
escogido por Pablo era también conocido para los corintios (v. 22).
Pregunta: ¿Por qué es importante la responsabilidad cuando se administran
los fondos de los demás?
Siempre que administremos el dinero de otras personas, hay la posibilidad de que
se interprete mal nuestra conducta. Además, pudiéramos sentirnos tentados a
tomar parte del dinero o a emplearlo para provecho propio. Pero como creyentes,
debemos ser cuidadosos cuando tenemos la responsabilidad de administrar dinero,
sobre todo en la iglesia. Necesitamos a otros que nos ayuden a cerciorarnos de
que somos honrados y que garanticen que se emplea sabiamente el dinero.
Pablo dio dos razones específicas para administrar la ofrenda como él lo hacía.
En primer lugar, quería evitar la crítica por la forma en que se administrara la
ofrenda. Al hacer que hombres respetables lo acompañaran mientras recogía la
ofrenda, evitaría la censura (v. 20). Al tenerlo todo al descubierto y en
compañía de hombres honrados. Pablo se aseguró de que no habría ninguna razón
válida para que alguien lo criticara.
Al hacer que otros lo acompañaran mientras administraba esa ofrenda, Pablo
estaba haciendo lo bueno ante los ojos de Dios y ante la opinión de los demás.
Los cristianos no solo tienen la obligación de conservar su conciencia limpia
delante de Dios, sino de cerciorarse de que no hagan nada que dañe su
reputación. La honradez de Pablo tocante a esa ofrenda podían verificarla todos.
Pregunta: ¿Cómo el ser responsable ante otros creyentes es una salvaguarda
en nuestro andar espiritual?
Los creyentes tienen que ser responsables los unos ante los otros por diversas
razones. Evitaremos actividades dudosas porque sabemos que otros nos pedirán
cuenta de nuestras acciones.
Pablo hizo que participaran esos otros hombres de modo que todos pudieran tener
conocimiento de su conducta respecto a esa ofrenda. Pablo no aprovechó su
autoridad para evitar la responsabilidad ante los creyentes corintios. Más bien,
demostró su carácter moral y su deseo de que no se hablara mal de él ni del
evangelio.
B. Asóciese a otros
En 2 Corintios 8:22-24, Pablo volvió a comprobar la integridad de quienes estaba
enviando a recoger la ofrenda y quienes lo acompañarían con la ofrenda a
Jerusalén. Sabía que pudiera haber algunos en la iglesia de Corinto que pondrían
en tela de juicio la autoridad y la integridad de esos hombres. Pero esos
hombres eran dignos de confianza y los corintios los habían aceptado como
emisarios con Pablo.
Pregunta: ¿Por qué es importante escoger personas íntegras ante quienes
usted sea responsable?
Si hemos de ser responsables ante alguien, tenemos que escoger a alguien con
experiencia espiritual que pueda ayudarnos a crecer en nuestro andar espiritual
(Proverbios 27:17). Gracias a su estabilidad y fortaleza pueden alentarnos en
todos los aspectos de nuestra vida.
Algunos ministros han caído por causa de la inmoralidad. También algunos
ministros han sido criticados debido a la mala administración de fondos o de
prácticas poco éticas. Pudieran haberse evitado esos problemas si esos ministros
y ministerios hubieran sido verdaderamente responsables ante creyentes
espirituales.
Los que ejercen el liderazgo a veces sienten que no tienen que darle cuenta a
nadie. Nunca eso es cierto. Pablo conocía la necesidad de ser responsable. Les
presentó sus enseñanzas a los hermanos de Jerusalén para asegurarles que sus
enseñanzas no estaban en contra del evangelio. Y escogió a hombres santos para
que le ayudaran a administrar la ofrenda.
II. Respeto: 1 Timoteo 5:1,2
A. Trate con respeto a los demás
Timoteo era un joven pastor a quien Pablo había dejado en Éfeso para que
resolviera los problemas en las iglesias de allí. Al enfrentarse a esos
problemas, Timoteo iba a tener que disciplinar a algunos en la iglesia. Y no
siempre es fácil confrontar a los demás.
Si no tenemos cuidado en nuestras relaciones, pudiéramos tratar a otros
irrespetuosamente. Pablo quiso advertirle a Timoteo que no fuera irrespetuoso en
sus relaciones con los demás mientras se esforzaba por resolver los problemas en
la iglesia.
En 1 Timoteo 5:1,2, Pablo instruyó a Timoteo en cuanto a mostrar una conducta
apropiada hacia varios grupos de la iglesia. Pablo empleó la analogía de la
familia para describir la relación de Timoteo con esos diversos grupos:
ancianos, jóvenes, ancianas y jovencitas.
Si había que reprender a los ancianos, Timoteo no debía hacerlo con aspereza.
Más bien debía exhortarlos, respetándolos como a padres. Timoteo también debía
tratar a los jóvenes como a hermanos.
A las ancianas se les debía tratar como madres, y a las jovencitas como a
hermanas. Pablo añadió la frase "con toda pureza" en esa última orden. Timoteo
debía evitar cualquier deshonestidad en sus relaciones con las jovencitas de la
iglesia.
Pregunta: ¿Por qué son importantes para nosotros esas instrucciones en
nuestras relaciones con los demás?
Como creyentes, nuestra vida ha de caracterizarse por el amor a los demás. Ese
amor se manifiesta por la forma en que tratamos a quienes nos rodean. En lugar
de reprender ásperamente a quienes haya que corregir, debemos exhortarlos con
respeto y de una forma que les ayude a crecer en su andar espiritual.
B. Honre a los demás
En la época de Pablo, las viudas no tenían forma de ganar dinero para
sustentarse; dependían de los demás. La iglesia desempeñaba una función
importante en el cuidado de las viudas cristianas (Hechos 6:1-6). Pero eso no
libraba a los miembros de la familia de su responsabilidad de atender a sus
viudas.
La iglesia debía atender a las viudas que no tenían a nadie que las ayudara (1
Timoteo 5:3). Si una viuda tenía familiares, ellos tenían que atenderlas De esa
manera los recursos de la iglesia podían emplearse para ayudar a quienes más los
necesitaban
Las instrucciones de Pablo tenían otro propósito. Cuando los hijos y los nietos
aprenden a cuidar a sus padres, es "bueno y agradable delante de Dios" (v. 4).
Pregunta: ¿Cuál es nuestra responsabilidad con nuestros padres?
Como nuestros padres nos ayudaron mientras crecíamos, tenemos Irresponsabilidad
de ayudarlos en su vejez. Aunque a veces eso puede significar ayuda económica,
hay otras formas en que podemos ayudar a nuestros padres y abuelos en el difícil
proceso de envejecimiento.
A Dios le agrada que cumplamos nuestra obligación moral con nuestros padres.
Cuando somos piadosos con nuestra familia, de veras tenemos relación con Dios.
III. Lealtad: 1 Samuel 20:11-17
A. Muestra de lealtad
En los años desde que David había sido ungido rey por Samuel, el aumento de la
popularidad de David alimentó el resentimiento y la envidia de Saúl, que intentó
matar a David en varias ocasiones. Pero Dios estuvo con David, y éste pudo
escapar de la ira de Saúl. Por ultimo Saúl envió a su hijo Jonatán a que matara
a David. Jonatán se negó a hacerlo e intercedió en favor de David.
En 1 Samuel 20 Jonatán y David se reunieron para analizar la actitud de Saúl
hacia David. Él le pidió a Jonatán que no lo entregara a Saúl y que lo
mantuviera informado respecto a la actitud de Saúl con él (w. 11-13). Jonatán
prometió, hacerle saber a David lo que ocurriera y advertirle si Saúl seguía
tratando de matarlo.
Pregunta: ¿Por qué estuvo dispuesto Jonatán a perdonarle la vida a David?
David y Jonatán tenían una amistad basada en el amor y el respeto mutuo (v. 1).
Y tal vez Jonatán presintiera que David, y no él, sería el próximo rey de Israel
(w. 14-16).
Es probable que también Jonatán reconociera la presencia y la unción de Dios en
la vida de David y sabía que no podía hacerle daño al que Dios había ungido rey.
Jonatán le pidió a David que fuera leal a él y a su familia para siempre, aun
después que Jehová hubiera cortado a todos los enemigos de David. La lealtad de
Jonatán a David fue también una expresión de su fe en Dios.
El versículo 17 vuelve a mencionar el amor entre David y Jonatán como el
fundamento de su lealtad y el deseo de cada uno de ver al otro triunfando en la
vida.
¿Pregunta: Cuál es el fundamento de nuestra lealtad a los demás?
El amor es el fundamento de la lealtad, al igual que es el fundamento de toda la
ética cristiana.
También la lealtad se fundamenta en la confianza. David confió en que Jonatán lo
protegiera y no lo entregara a Saúl para que lo matara. Y como Jonatán era leal
a David, quería lo que fuera mejor para la vida de David, incluso que fuera rey
de Israel.
B. Lo que es ser leal
Saúl tenía el propósito de matar a David. Después que Jonatán descubrió las
intenciones de Saúl, le advirtió a David de los planes de su padre, tal como le
había prometido (1 Samuel 20:41,42). La lealtad de Jonatán no eran simples
palabras sino acciones consecuentes.
Pregunta: ¿En qué formas prácticas podemos mostrarle lealtad a alguien?
Jonatán fue leal a David aunque no le conviniera. Jonatán pudo haber visto a
David como un rival al trono como lo había visto su padre. Sin embargo, siguió
siendo fiel a David.
David y Jonatán se despidieron con la misma lealtad y confianza que había
caracterizado su amistad. Se fueron en paz sabiendo que cada uno cumpliría sus
promesas delante del Señor.
Cuando somos leales a alguien lo seguiremos siendo, aun cuando a la otra persona
se le elogia y a nosotros no se nos reconozca. Nos regocijaremos con esa persona
por la bendición de Dios en su vida. Y aun cuando nuestros amigos estén pasando
por un tiempo difícil en su vida, podemos mostrar nuestra lealtad orando por
ellos y alentándolos en su momento de necesidad.
Aplicación.
Nuestras relaciones con los demás son algunas de las cosas más importantes de la
vida. Es mediante esas relaciones que tenemos las oportunidades de hablar del
evangelio y ayudar a los hermanos en la fe a crecer en su andar cristiano.
La ética cristiana no sólo se demuestra en nuestra conducta cuando nadie nos
está observando, sino que también se demuestra en nuestras relaciones con los
demás. Cómo tratamos a los demás es una señal del valor que les damos a las
personas. Como creyentes, nuestra vida debe revelar la presencia de Dios en
nuestras relaciones. Esas relaciones se caracterizarán por el amor porque hemos
sentido el amor de Dios.
Tal vez esta lección le haya hablado a usted acerca de sus relaciones con los
demás. Quizá comprenda que necesita hacer mejoras en sus relaciones con quienes
lo rodean.
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