domingo, 9 de febrero de 2014

Tal como soy

Charlotte Elliot (1789-1871), después de haber vivido treinta años sin preocupaciones, cayó gravemente enferma. Entregó su vida a Cristo tras haber hablado con el predicador César Malan, quien le dijo: «Vaya a Jesús sencillamente tal como es». Enferma y postrada gran parte de su vida, vivía en casa de su hermano. Cierto día, en 1834, cuando se sentía inútil y acongojada por ser una carga para la familia, recordó cómo Dios la había acogido. Fue entonces cuando compuso un poema al cual más tarde se le puso música y se tradujo a varios idiomas. Un día su hermano dijo: «Durante mi largo ministerio, este simple himno llevó mucho más fruto que todo lo que pude hacer».
***
Tal como soy, de pecador,
sin más confianza que tu amor,
ya que me llamas, acudí,
Cordero de Dios, heme aquí.
***
Tal como soy, buscando paz,
en mi desgracia y mal tenaz,
conflicto grande siento en mí,
Cordero de Dios, heme aquí.
***
Tal como soy, con mi maldad,
miseria, pena y ceguedad,
pues hay remedio pleno en ti,
Cordero de Dios, heme aquí.
***
Tal como soy, me acogerás;
perdón, alivio me darás,
pues tu promesa ya creí,
Cordero de Dios, heme aquí.
***
Tal como soy, tu compasión,
vencido ha toda oposición,
ya pertenezco sólo a ti,
Cordero de Dios, heme aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario