Dios
reposó luego de la creación. El reposo allí se refiere al descanso
luego de la obra de la creación y el trabajo. El reposo como descanso
tiene más sentido hoy en día, en un mundo tan ocupado y complicado. En
realidad, las características del reposo no son pertinentes para el
mundo actual, que afirma que “el tiempo es oro”. Sin embargo, esto es
cuando pensamos erróneamente en el descanso como algo propio de uno. El
reposo al que se refiere la Biblia no es un problema mío, sino es el
problema de la relación con Dios.
La madre de los fundadores de la iglesia metodista
John y Charles Wesley, Susana Wesley, no tuvo una vida fácil. Tenía 19
hijos, y su esposo Samuel Wesley complicaba aún más la vida doméstica
con sus recurrentes deudas. Pero, incluso en esas situaciones, Susana
mantuvo una profunda relación con Dios. En su libro “El viaje”, el
teólogo protestante Alister McGrath escribe acerca de ella: “No era
fácil encontrar un espacio para entregarle a Dios, en medio de una vida
de tantas ocupaciones y preocupaciones económicas. Sin embargo, Susana
creía firmemente que el ejercitarse en dedicarle un tiempo a Dios, en
medio de esa atareada vida, era la esencia de la satisfacción individual
y la tranquilidad espiritual”.
El secreto de la supervivencia espiritual de Susana
estaba en cederle un espacio a Dios en medio de la difícil situación,
por medio del reposo, y experimentar a Dios en esa situación. Pasar un
momento de descanso con Dios es esencial para el cristiano, es la
alegría en sí y nos permite servir mejor a Dios.
[La historia del nuevo acompañamiento que experimenta la realidad del poder]/ O Jeong-hyeon
No hay comentarios:
Publicar un comentario