En el día a día se viven etapas que marcan nuestro
destino y nuestro sentido. En los últimos tres años se ha determinado un
nuevo enfoque en el rumbo de cada área de mi vida.
Recibí hace más
de 18 años el llamado de parte de Dios a vincularme en el ministerio
pastoral, y desde ese tiempo cada día se convierte en un nuevo reto y en
un desafío por mantener el rumbo exacto con la mirada fija en la
dirección correcta.
Creo que, según
mi experiencia personal, el escuchar la voz de Dios se puede convertir
en una “tarea difícil” de mantener en estos últimos tiempos cuando la
tecnología y los avances, sumados a los afanes cotidianos comienzan a
hacer presión en la vida diaria de quienes somos hijos de Dios llamados a
servirle en gratitud por su amor.
Pastoreo hace
nueve años una comunidad que entiende el hermoso reto de decidir
escuchar la voz de su Padre Celestial sin importar los desafíos que se
encuentren en su cotidianidad; puede sonar como una tarea sencilla de
cumplir, pero que se hace pesada y dura carga de llevar si no se
mantiene una profunda relación con Dios.
Hace tres años
con mi esposa y en compañía de mi equipo pastoral nos dimos paso a
explorar un camino precioso de crecimiento, el cual, a medida que pasan
los días nos lleva a enamorarnos mucho más de ese tierno y amoroso
Padre, y sobre todo, nos lleva a aprender a pasar tiempo con Él,
sencillamente adorándole, sencillamente amándole, sencillamente
escuchándolo. Hacer el Devocional Tiempo con Dios ha sido una
experiencia que nos ha hecho crecer, madurar y sobretodo, revivir el
amor por leer y meditar en Su Palabra.
Las disciplinas
espirituales como meditar en Su palabra, orar y ayunar, se deben
reforzar en nuestra vida para llegar a la estatura y a la plenitud que
Cristo ha establecido para nosotros.
En la medida
que hemos avanzado desarrollando el Devocional Tiempo con Dios, un mayor
nivel de comunión y crecimiento se ha visto reflejado en nuestra vida
personal y en la congregación.
Cuando una
comunidad de creyentes decide apartar su Tiempo con Dios, se desarrollan
destrezas que nos permiten un crecimiento espiritual realmente
excepcional.
Rvdo. J Humberto Rodríguez A.Pastor General Iglesia WesleyanaVerbenal, Bogotá, Colombia
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