¿Que sería nuestra vida sin Dios?, ¿Cómo podríamos sobrevivir en está
lucha diaria si no es porque Dios nos sostiene?, en ocasión sentiremos
que ya no podemos más y sin embargo siempre Dios nos da fuerzas donde
parecen que ya no tenemos ninguna.
Quizá los últimos días has sentido como que tus fuerzas decaen y por
momentos sientes que ya no podrás más, a veces piensas que no eres lo
suficientemente fuerte para seguir a Cristo, pero tu fortaleza real no
proviene de ninguna intensión humana, porque si de intensiones hablamos
creo que la mayoría de nosotros nos hubiéramos rendido ya, sin embargo
nuestra fortaleza proviene de lo alto, proviene del Dios que nos conoce
muy bien y que siempre está dispuesto a ayudarnos fortaleciéndonos en
medio de las debilidades.
El salmista lo decía de esta forma: “Yo
pongo en ti mi confianza, pues tú eres mi fortaleza. ¡Tú, Dios mío,
eres mi protector!” Salmos 59:9 (Traducción en lenguaje actual).
Hoy quiero animarte a confiar en Dios, a
confiar que tu fortaleza provienen de él y no de una capacidad humana.
Quizá humanamente hablando ya te has rendido y piensas que ya no puedes
más, pero Dios quien es el que renueva tus fuerzas ha de darte la
fortaleza necesaria para soportar cualquier situación que estés
enfrentando, simplemente confía en Él.
¡Adelante! Nunca te rindas, Dios es quien te cuida, Él es quien te
protege, pues Él es quien derrama la fortaleza necesaria para salir
adelante de cualquier problema que se te presente.
“Yo, por mi parte,
te alabaré en la mañana
por tu poder y por tu amor.
Tú eres el Dios que me protege;
tú eres el Dios que me ama.
Por eso te cantaré himnos,
porque eres mi fortaleza,
porque has sido mi refugio
en momentos de angustia.”
Salmos 59:16-17 (Traducción en lenguaje actual)
No hay comentarios:
Publicar un comentario