1. Decepción de sí mismos como seres humanos.
2. Decepción de sí mismos por su apariencia física.
3. Repetidos fracasos sentimentales.
4. Jóvenes
adultos que sobrepasan los treinta años de edad y creen que ya los dejó
el tren (dejó el tren: dícese de alguien que cuando llegó a la estación
del amor, el tren ya había partido).
Dicho de otra manera, son personas que prefieren estar
con cualquier persona, con tal de no estar solos o solas. Tienen una
gran necesidad de sentirse amados, por eso, no fundamentan sus decisiones
en la razón sino en su necesidad y esto los lleva a desarrollar
relaciones sostenidas en la nada, cimentadas en las infértiles tierras
imaginarias.
La relación de noviazgo
es un momento que yo personalmente he bautizado con el nombre de:
“buscando al soldado Ryan”. Si has podido ver la película con el famoso
actor Tom Hanks, descubrirás que él está a cargo de encontrar a un
soldado llamado Ryan, cueste lo que cueste, no puede ser otro, tiene que
ser el soldado Ryan. Y la misión de Hanks, consiste en devolverlo a la
casa de su madre, porque sus otros tres hermanos han muerto en batalla.
Esto es lo más importante en las
relaciones de noviazgo: ¡la búsqueda!, el obligatorio análisis para
descubrir si la persona con la que estás, es en realidad tu soldado Ryan
o tu soldada Ryana, o solamente una mala copia.
Recuerda que todas las copias siempre son malas. Por eso existen los originales.
Debes tener
cuidado. ¡Siempre que quieres algo bueno, aparece justo antes un mal
sustituto! Por ejemplo yo de niño pedí a Dios tener una bicicleta
montañera de aluminio (era la moda en esos años). Me vendían una
bicicleta banana, y dije: “Peor es nada”, y la tomé. (Banana: dícese de
una bicicleta que por fea parece un banano). Mi madre
al ver la bicicleta “banana” no me compró la que yo quería
inicialmente. Dijo, ¡para que le voy a dar una, si ya tiene! ¡Así mismo
sucede con nosotros!, ¿por qué nos van a premiar con una buena pareja,
si el lugar está ocupado por “Peor es nada”?
Debes investigar, preguntar a la madre
de tu pareja como es él en la vida real, debes ver cómo reacciona en
tiempos de crisis, debes explorar, analizar, cómo es en el colegio,
escuela o universidad, cómo resuelve los problemas, cuáles metas y
sueños tiene para el futuro, qué logros ha alcanzado en la vida. No se
puede dar el lujo de quedarse con cualquiera
(cualquiera: dícese de que la pareja que escogiste no se sabe si va o
viene). Eso lo puede hacer cuando compras un pantalón o una camisa, pero
nunca con tu corazón. El pantalón te lo quitas y se acabó el problema,
pero ¿cómo te quitas un mal amor de encima? ¿Cómo sanas del corazón una
herida?
Hay un tiempo para todas las cosas. Es necesario que en el tiempo que estás solo hagas lo siguiente:
1. Una lista de las
virtudes y características que te hacen especial. Todos tenemos una o
muchas. ¡Aunque usted, no lo crea! tú también tienes. Y debes
recordarlo. Para todos hay un alguien, no te conformes con lo que salga,
con “peor es nada”.
2. Haz una lista de las
características que quisieras de tu pareja, entendiendo perfectamente
las tuyas. O sea, que si quieres a alguien cariñosa, es porque eres
cariñoso, y si quieres a alguien dulce, es porque eres dulce. Trata que
las características que escoges sean internas, y mantén tu lista clara
cuando al fin conozcas a alguien que en verdad te interese.
3. Utiliza la sinceridad y la honestidad. Lo mejor que puedes dar a otros es ser tú mismo.
4. Las características
que deseas deben ser realistas. Una cosa es escoger cualquier persona y
otra es que vayas al otro extremo. O sea, que la lista que tienes sea
algo inalcanzable. Que escojas a la mujer que no existirá jamás, o el hombre
increíble. Por ejemplo el cuerpo de Shakira, con la cara de Britney
Spears y el dinero de Jennifer López. O el perfil de Ricky Martin, con
el cuerpo de Chayanne, y los ojos de Brad Pitt.
Luego tendrás que presentarlo como tu
mutante novio Carlos o tu novia Maria pedazos. Creo que debes ser muy
realista. Piensa que nadie te escogería a ti si fueran tan exigentes.
Entonces, ni muy muy, ni tan tan. Sino lo que mereces es lo que va bien
contigo.

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