jueves, 20 de noviembre de 2014

Interés genuino

La primera noche del campamento para familias, el director comunicó el programa de la semana. Cuando terminó, preguntó si alguien quería decir algo. Una joven se puso de pie e hizo un conmovedor pedido de ayuda. Habló de su hermanito (un niño con necesidades especiales) y el desafío que implicaba cuidarlo. La familia estaba agotada, y nos pidió a todos que ayudáramos a cuidarlo durante la semana. Fue un pedido motivado por un interés genuino por su hermano y sus padres. A medida que pasaba la semana, era maravilloso ver cómo todos ayudaban a esta familia.

Su pedido fue un sutil recordatorio de cuán fácilmente podemos encerrarnos en nuestro mundo, vida y problemas… hasta el punto de no ver las necesidades de los demás. Pablo describe así nuestra responsabilidad: «No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros» (Filipenses 2:4). El versículo siguiente nos recuerda que esto es parte del ejemplo de Cristo: «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús».
Nuestra ayuda manifiesta un interés semejante al de Cristo por aquellos que sufren. Apoyémonos en la gracia de Dios y confiemos en Él a fin de que nos capacite para servir a otros durante sus necesidades.

LEA: Filipenses 2:1-5
No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. —Filipenses 2:4

No hay comentarios:

Publicar un comentario