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[Moisés tuvo] por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los
tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
Hebreos 11:26
Cuanto más vivimos, tanto más acumulamos. Pero esas cosas tienden a
tener menos importancia para los cristianos. Cuando llegan las pruebas a
la vida y usted se esfuerza por alcanzar esas cosas terrenales, ve lo
efímera que son. Las pruebas pueden separarlo a usted de las cosas
terrenales cuando demuestran lo inútil que son para resolver algún
problema o para dar algún alivio en tiempo de tensiones.
Moisés aprendió el valor de las pruebas aunque se había criado en
la casa del Faraón como príncipe de Egipto. Como parte de la familia
real, tenía la mejor educación y alcanzó la cima de la sociedad egipcia
desde el punto de vista de la riqueza, la honra y la comodidad. Pero
consideró los sacrificios hechos al identificarse con los propósitos de
Dios "mayores riquezas... que los tesoros de los egipcios". Quitó la
mirada de todas las cosas terrenales que tenía a su disposición y
comenzó a preocuparse por las pruebas de su pueblo, lo que el Señor usó
para separarlo de los placeres materiales.
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