Fondo Bíblico:
1 Tesalonicenses 2:13-20.
Verdad Central:
La aceptación de la palabra de Dios puede traernos sufrimientos, pero debemos
confiar en la gracia de Dios.
Texto Áureo:
Porque ¿Cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo
sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida?
(1tesalonicenses 2:19).
Objetivos del
aprendizaje
1.
Familiarizarse con la forma en que los cristianos tesalonicenses recibieron la
Palabra de Dios.
2. Sentir gozo
porque el poder de la Palabra de Dios puede hacer que los hombres lleguen a
tener una relación más estrecha Y personal con Dios, a pesar de las
circunstancias.
3. Considerar
las maneras de permitir que la Palabra de Dios obre en nuestras vidas como
cristianos.
Bosquejo general
I. El poder de
la Palabra de Dios
A. La palabra recibidaB. La palabra creída
II. La
oposición a la Palabra de Dios
A. La fe provoca la oposiciónB. La oposición produce juicio
III. El
regocijo presente y futuro
A. En busca de comuniónB. Mirando hacia el futuro
Introducción
Son muchísimos los
intentos que se han hecho a través de la historia por desacreditar la
autenticidad de la Biblia-para despojarla de su autoridad y su poder. Muchos han
abusado de las Escrituras, las han adulterado, las han torcido y las han
relegado al nivel de todos los demás escritos religiosos del mundo, Las
conclusiones que se han lanzado al público son que no existe tal cosa como
inspiración divina, que no hay en la Biblia autoridad ni poder y que no se puede
aceptar la existencia de absolutos o de normas universales de conducta. La gente
ha dicho que la Biblia contiene un lenguaje noble, poesía muy bella y dichos muy
sabios, pero no se cree que contenga un mensaje vivo y autoritativo de parte de
Dios.
Sostenemos que la
Biblia es el cauce por el cual Dios se comunica con la humanidad. Dios se reveló
a sí mismo a través del mensaje comunicado por los profetas (Hebreos 1:1; 2
Pedro 1:21); El ha hablado por medio de las Escrituras (2 Timoteo 3:15-17); y
finalmente Dios se comunicó con los hombres por medio de su Hijo (Hebreos 1:2).
En Juan capítulo
5, cuando los judíos rehusaron escuchar a Jesús, El mencionó a cuatro testigos
de que es el Hijo de Dios. Primero, Juan el Bautista había dado testimonio
acerca de Jesús. Luego se refirió a que los milagros que realizaba eran una
prueba aun más contundente de que El había sido enviado de Dios. Por otra parte,
Dios mismo había dado testimonio acerca de su Hijo. Finalmente, Jesús dijo:
"Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la
vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí" (Juan 5:391.
Cuando los
tesalonicenses escucharon la predicación del apóstol Pablo, sus oídos
espirituales fueron abiertos y así pudieron saber que la Palabra de Dios daba
testimonio de la realidad de nuestro Señor Jesucristo.
Exposición Bíblica
I. El poder de la
Palabra de Dios (1 Tesalonicenses 2:13)
A. La palabra recibida
En el artículo
primero de las declaraciones de Chicago sobre la ausencia de errores de la
Biblia, en la sección titulada "Afirmaciones y negaciones" se establece lo
siguiente:
"Nosotros
afirmamos que las Sagradas Escrituras deben ser recibidas como la palabra
autorizada de Dios.
"Negamos que las
Escrituras reciban su autoridad de parte de la iglesia, la tradición o de
cualquier otra fuente humana."
Se ha observado
que uno de los mayores campos de batalla entre los evangélicos del día de hoy es
el que tiene que ver con la autoridad de las Sagradas Escrituras.
Pregunta: ¿Por
qué es que hay muchos personas que no quieren aceptar la autoridad de la Palabra
de Dios?
Muchas personas se
parecen a aquella tribu primitiva a la que los misioneros llevaron el mensaje
del evangelio de Jesucristo. Para lograr que los nativos entendieran el mensaje
que se les anunciaba, los misioneros dibujaron un cuadro en el cual se
presentaba a un hombre que por haber aceptado a Cristo se encontraba en camino
hacia el cielo. Por otra parte se mostraba cómo un hombre que había rechazado a
Cristo se encontraba rumbo al infierno. El mensaje que presentaba dicho cuadro
disgustó tanto a los nativos que optaron por quemarlo y así deshacerse de él.
De igual manera,
la gente de hoy no está nada satisfecha con el mensaje que enseña la Biblia como
la Palabra de Dios al hombre. Tampoco quieren los hombres de hoy aceptar las
enseñanzas bíblicas como la norma infalible y autorizada de fe y conducta para
la vida cristiana. Por eso es que esta gente se esfuerza por interpretar la
Biblia a su manera a fin de que sus enseñanzas se adapten a sus filosofías
humanas. Cuando el pueblo cristiano empieza a rechazar la autoridad de la
Palabra de Dios se le está abriendo un camino ancho a Satanás para que
introduzca en la iglesia falsas doctrinas por medio de las cuales él engaña
fácilmente a los hombres (Efesios 4:14).
Pablo se expresa
de una manera muy especial a favor de la actitud de los creyentes de Tesalónica.
Una de las cosas por las que se sentía profundamente conmovido era que ellos no
lo habían escuchado a él simplemente; los tesalonicenses habían escuchado la
palabra autorizada de Dios a través del mensaje que el Señor había inspirado en
el corazón de Pablo.
Pregunta:
¿Puede haber diferencias en la actitud con la que escuchemos un mensaje?
Hay mucha verdad
en el dicho de que cuando un predicador está exponiendo un mensaje, realmente
está predicando tres sermones en uno: (1) el sermón que él predica, (2) el
sermón que cree qué predicó, y (3) el sermón que la gente escuchó. La gente
escucha los sermones en la iglesia por distintas razones y con distintas
actitudes. Algunas veces estas actitudes o motivaciones son negativas y dañinas.
Puede ocurrir que la gente ponga más atención en el hombre que está predicando
que en el mismo mensaje. A menos que los cristianos acudan a la presencia e Dios
con el corazón abierto, el efecto del mensaje de la Palabra será de muy poco
efecto y duración.
B. La palabra creída
En 1
Tesalonicenses 2:13 se da a entender que los oyentes de Pablo en Tesalónica
recibieron el mensaje del evangelio de dos maneras: primero escucharon
físicamente con sus oídos lo que Dios les decía por medio del apóstol. Luego
recibieron en su corazón el mensaje de Dios y lo aceptaron con certidumbre de
fe.
Pregunta: ¿Qué
relación existe entre la fe y la Palabra de Dios?
Aquí vemos la
interacción de la Palabra de Dios y la fe, porque "la fe viene por el oír, y el
oír por la palabra de Dios" (Romanos 10:17). Los tesalonicenses escucharon el
mensaje. La fe fue estimulada en lo interno de sus corazones y entonces ellos
aceptaron la Palabra como realmente es, como la poderosa verdad que Dios revela
a los hombres por medio de su gracia salvadora.
Muchas personas
aceptan la Biblia intelectualmente, pero se niegan a aceptarla espiritualmente.
La Palabra de Dios actúa poderosamente sólo cuando se une a la fe en el corazón
del oyente.
Enseñanza práctica
Pregunta:
¿Cómo recibe usted la Palabra de Dios?
Para poder recibir
la Palabra de Dios, dicha Palabra tiene primeramente que ser escuchada. El
hombre puede aceptar o rechazar el mensaje de Dios solamente cuando éste le ha
sido presentado, ya sea a través de la lectura bíblica, por medio de un sermón,
a través de un testimonio, o por medio de un repaso mental de algún pasaje
aprendido de memoria anteriormente. ¿Con qué frecuencia y regularidad exponemos
nuestro corazón a la Palabra de Dios? Esto basta para determinar cuál es la
forma en que la recibimos cuando el mensaje nos es presentado. Es una
experiencia común que cuando una persona descuida la lectura de la Palabra de
Dios, su andar con el Señor también decae de manera notable. Esto lo notan los
demás por medio de las actitudes y las acciones del creyente. Solamente cuando
tratamos de mantener una estrecha relación con Dios por medio de su Palabra
pueden manifestarse en nuestra vida la semejanza de Cristo y los valores de su
gracia.
Los cristianos
tesalonicenses recibieron el mensaje del evangelio como la Palabra de Dios.
Ellos daban lugar a que la Palabra obrara en su vida de una manera práctica.
Estos creyentes seguían el ejemplo del salmista cuando dijo: "En mi corazón he
guardado tus dichos, para no pecar contra ti."
II. La oposición a
la Palabra de Dios (1 Tesalonicenses 2:14-16).
A. La fe provoca oposición
Los tesalonicenses
experimentaron oposición tanto de parte de sus amigos como de sus familiares
inmediatamente después de que aceptaron a Cristo. Sin embargo, la persecución no
fue algo que les sucediera a ellos solamente. Pablo también era perseguido por
los de su país. Jesús fue crucificado por su propio pueblo. Todo lo que estaban
sufriendo los hermanos de Tesalónica era algo que ya otros habían experimentado.
Pregunta:
¿Cuál es el resultado positivo de las persecuciones del cristiano?
Pablo, en su carta
a los cristianos de Roma les dice que "la tribulación produce paciencia; y la
paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque
el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo
que nos fue dado" (Romanos 5:3-5).
Cuando un creyente
nuevo se enfrenta a la oposición de sus enemigos, sus amigos, y quizá hasta sus
seres queridos, la experiencia le puede ser muy dura. Es en esa forma y en ese
momento cuando él pasa por la primera prueba de su fe cristiana. Demos esperar
tales experiencias antagónicas cuando decidimos recibir a Cristo en el corazón.
No obstante, pase lo que pase, debemos permanecer firmes en el Señor y en
postura que hemos adoptado por El, así como lo hicieron los creyentes de
Tesalónica.
La persecución por
la que pasaron los cristianos de Judea de parte de los judíos que se oponían a
Cristo no fue un secreto para los demás creyentes. Esto era algo conocido por
doquier. Por esa razón los creyentes de todo lugar, como los tesalonicenses,
decidieron imitar a los valientes cristianos de Judea que se habían enfrentado a
los ataques de sus conciudadanos. Su fe en Dios es algo que nosotros debemos
imitar hoy. Nosotros estamos rodeados de gente que nos está observando día tras
día. Ellos están al tanto de nuestras actitudes y de nuestra conducta. Nos
observan en la casa, en el trabajo, en la calle, en todas partes. Les interesa
darse cuenta de la forma en que vivimos y cómo nos enfrentamos a las
circunstancias difíciles. Por eso es tan importante que en todo lo que hagamos o
digamos manifestemos nuestra fe y mostremos a Cristo Jesús día tras día.
Enseñanza práctica
Pregunta: ¿En
qué circunstancias necesitamos poner en práctica la Palabra de Dios?
¿Ha cerrado con
violencia una puerta en un arrebato de ira? ¿A veces se ve usted tentado a
gritarles a sus niños en la casa? ¿Ha estado usted a punto de explotar por
alguna cosa que ya no puede soportar? ¿Siente usted a veces que a nadie le
importa su vida y que nadie se preocupa por usted? ¿Se ha sentido a veces como
que es "una carga" para los suyos? ¿Se siente aburrido e insatisfecho de la
vida? ¿Ha pensado que alguien se está aprovechando de usted, o que lo bueno que
usted hace no es considerado ni se le muestra aprecio por nada?
Todas estas
circunstancias tienen algo en común. Son oportunidades para recibir con gozo la
Palabra de Dios en nuestro corazón. Estos son momentos en que debemos poner en
práctica lo que leemos en el salmo que dice: "Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
su alabanza estará de continuo en mi boca" (Salmo 84:1).
En todo momento y
en cualquier circunstancia de nuestra vida podemos escuchar y poner en práctica
las enseñanzas de la Palabra de nuestro Dios. Debemos ser siempre imitadores de
los cristianos tesalonicenses, quienes recibieron "la palabra en medio de gran
tribulación, con gozo del Espíritu Santo" (1 Tesalonicenses 1:6).
B. La oposición produce juicio
En dos versículos
(15, 16) señala el apóstol los errores y pecados de los judíos: ellos dieron
muerte al Señor Jesús, y también lo habían hecho así con los profetas; habían
perseguido a los cristianos; no trataban de agradar a Dios; eran unos obstinados
opositores de todos los hombres; y manifestaban una actitud de prejuicio y
exclusivismo en contra de los gentiles.
Los judíos
buscaban la manera de hacer callar la predicación de Jesucristo, crucificándolo
en el Calvario. También en nuestros tiempos ha habido algunos interesados y
empeñados en destruir el mensaje de la cruz persiguiendo y asesinando a sus
mensajeros.
La Iglesia ha
caído muchas veces en el error de querer agradar a los hombres más que a Dios. A
menudo lo que dicen los hombres recibe más atención e importancia que lo que
dice Dios en su palabra.
La Iglesia, igual
que como lo hicieron los ,judíos, se ha considerado como un pueblo escogido para
disfrutar de privilegios más bien que para servir a Dios y a los hombres. La
Iglesia ha buscado sus derechos pero ha ignorado sus responsabilidades. Cuando
sucede esto nos oponemos a Dios.
Una de las peores
manifestaciones de la incredulidad y de los prejuicios exclusivistas es el
esfuerzo por frustrar la salvación de otros. Los enemigos de Pablo no sólo
estaban en contra de su ministerio entre los judíos sino que también trataban de
estorbar su trabajo entre los gentiles. Es de temerle a la religión que trata de
separar a un hombre de sus conciudadanos. Si una persona ama en verdad a su
Dios, tiene que amar también a sus semejantes.
Si alguien dice
que anda en la luz pero aborrece a sus hermanos o a sus semejantes, su
testimonio es nulo (1 Juan 2:9-11; 8:10). Los privilegios de la vida cristiana
no son exclusivos. No han sido conferidos para retenerlos egoístamente, sino
para que sean compartidos con los que tienen necesidades. Jesucristo mismo
estableció ejemplo de esto cuando dijo: "Porque el Hijo del Hombre no vino para
ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos" (Marcos
10:45).
Pregunta:
¿Cuál fue el resultado de la conducta de los judíos?
Ellos rechazaron a
su Mesías y lo crucificaron diciendo: "Su sangre sea sobre nosotros, y sobre
nuestros hijos" (Mateo 27:25). Además habían rechazado el testimonio de los
apóstoles y ahora estaban en contra de que se predicara el evangelio a los
gentiles. Esta era ya la última gota, la cual había hecho que la copa rebosara.
La "ira hasta el
extremo" que se dice en el versículo 16 que se derramó sobre ellos es el juicio
o castigo de parte de Dios, que es lo que siempre se entiende por "ira" en la
Biblia. Ahora los judíos estaban ya para experimentar el juicio de Dios sobre
sus cabezas y sobre las de sus hijos. Podía decirse que el castigo era inmediato
y futuro en lo referente a la inminente destrucción de Jerusalén y el futuro día
del juicio.
La fe de los
tesalonicenses no falló en el momento de la prueba. No debemos temer
enfrentarnos a la oposición y la persecución de parte de nuestros enemigos. La
desobediencia y el rechazo del evangelio, tarde o temprano les acarreará el
juicio de Dios. Pero gracias a Dios que mientras los enemigos del evangelio
están reservados para el juicio y el derramamiento de la ira de Dios (versículo
16) los santos que esperan fielmente a su Hijo serán librados por Jesús de esta
ira venidera (1 Tesalonicenses 1:10)
III. El regocijo
presente y futuro (1 Tesalonicenses 2:17-20).
A. En busca de comunión
El dicho "ojos que
no ven, corazón que no siente" no halló lugar en el corazón de Pablo en cuanto a
su amor por los creyentes de Tesalónica. El les aseguró que aunque estaban
separados en el cuerpo, no lo estaban en cuanto al amor: "Separados de vosotros
por un poco de tiempo, de vista pero no de corazón, tanto más procuramos con
mucho deseo ver vuestro rostro" (versículo 17).
Al describir la
relación que mantenía con sus nuevos convertidos, Pablo les dice que los había
sustentado y cuidado como lo hace una tierna y amorosa madre o "nodriza". Además
de esto les hace ver que así como un padre instruye a sus hijos, él los había
instruido en el Señor. hora se refería a su forzada separación como cuando los
hijos quedan huérfanos; pero él esperaba que fuera "por un poco de tiempo"
solamente.
Pregunta:
¿Cree usted que Pablo estaba satisfecho de encontrarse bien protegido en la
ciudad de Corinto?
¿Ha recibido usted
alguna vez noticias de que algún ser querido se encuentra pasando por momentos
de gran dificultad? ¿Cómo se sintió al enterarse de ello? ¿No sentía deseos de
dejar todo abandonado y correr para estar a su lado a fin de ayudar en algo? Si
así fue entonces usted ya experimentó un poquito de lo que Pablo sufría en
Corinto al saber de los tesalonicenses.
Sabemos de dos
ocasiones en que Pablo intentó volver a ver a los tesalonicenses, pero las dos
veces fue estorbado en sus planes. El dice claramente que fue Satanás quien se
lo estorbó. En efecto, esa es la obra del diablo. El se empeña en poner siempre
obstáculos en la senda del cristiano. Muchas veces estas piedras de tropiezo que
el diablo pone aparecen en los momentos en que hay más deseos de socorrer a los
necesitados.
Pregunta:
¿Cómo hizo Pablo para reconocer diferencia?
No se nos dice
cómo hizo Pablo para detectar la diferencia entre la intervención de Dios en sus
planes en Asia y los obstáculos de Satanás para que no fuera a Tesalónica. Sin
embargo, podemos estar más que seguros que todo esto tenía que ver especialmente
con el grado de comunión que él tenía con Dios. Jesús dijo en Juan 10:27: "Mis
ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen." Pablo mantenía sus oídos
siempre sintonizados para oír la voz del buen Pastor. Además de ser sensible a
la dirección del Espíritu Santo, Pablo también conocía muy bien las tácticas del
enemigo.
Satanás hará toso
lo que esté a su alcance para separar a los cristianos de la comunión con Dios,
y también de la comunión con los demás hermanos. Nosotros debemos estar siempre
conscientes de esto y tratar de edificarnos en nuestra "santísima fe, orando en
el Espíritu Santo", (y conservándonos) "en el amor de Dios" (Judas 20, 21).
B. Mirando hacia el futuro
Una de las
expresiones más tristes de la Biblia es la que se refiere a Joram, rey de Judá
(2 Crónicas 21:20). Su reinado inicuo duró únicamente ocho breves años, después
de los cuales dice la Biblia que "murió sin que lo desearan más". ¡Qué manera
tan trágica de vivir y morir! Joram murió sin que lo desearan más, y a su muerte
no hubo muestras de dolor.
Pregunta:
¿Estaba satisfecho Pablo con el hecho de ser salvo él solamente?
A juzgar por sus
escritos es fácil comprender que Pablo estaba preocupado tanto por observar una
vida fructífera en la obra del Señor en este mundo y poder participar de la vida
eterna en el futuro. El no estaba satisfecho solamente con saber que era salvo e
iba al cielo. Para él su estadía en el cielo sería mucho más agradable por la
presencia de aquellos a quienes él había ayudado a encontrarse con el Señor.
Uno de los mayores
gozos que se experimentarán en el cielo, después del privilegio de ver al Señor,
será poder ver a los que recibieron el mensaje del evangelio por medio de
nosotros, y a quienes hayamos ayudado a vivir para el Señor. Todo cristiano, sin
excepción alguna, puede hablarle de Cristo a alguien de alguna manera.
Enseñanza práctica
Los cristianos
tesalonicenses recibieron la Palabra de Dios con gozo, en medio de
circunstancias difíciles. Ellos pusieron en práctica esta palabra y se
convirtieron en ejemplo de todos los cristianos de su derredor. Este ejemplo
sigue siendo de gran valor para todo cristiano.
Ya para cerrar las
actividades de esta lección hágase énfasis en la actitud ejemplar de aquellos
creyentes y el bien que haremos en imitarlos: Si oímos la Palabra de Dios
procuremos recibirla con un corazón lleno de fe y obediencia para que este
mensaje se traduzca en una vida de constante servicio a Dios para bien de los
demás.
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