“El pecado ya no es más su amo, porque ustedes ya no viven bajo las exigencias de la ley. En cambio, viven en la libertad de la gracia de Dios.”
Romanos 6:14 Nueva Traducción Viviente.
Querer agradar a DIOS mediante la realización de buenas obras es desgastante. Vivir bajo las exigencias de la ley produce aflicción en el alma. En cambio
el don de la gracia trae libertad. En ocasiones la culpabilidad del
creyente le roba libertad en el corazón, pues éste intentará por medio
de buenas obras lavar su culpa. Siendo que la gracia es el gran regalo
que se recibe. ¡Así es! Solamente hay que recibirse como un regalo:
“Pues el pecado de un solo hombre, Adán,
hizo que la muerte reinara sobre muchos; pero aún más grande es la
gracia maravillosa de Dios y el regalo de su justicia, porque todos los que lo reciben vivirán en victoria sobre el pecado y la muerte por medio de un solo hombre, Jesucristo.” Romanos 5:17 (Nueva Traducción Viviente).
Jesús
derramó su sangre en la Cruz para ofrecer libertad verdadera mediante la
gracia. Sin importar qué pecados se hayan cometido, Él los pagó. Y
espera que los suyos disfruten plenamente el regalo que Él les da. No
espera que le sea pagado nada por lo que Él hizo. Sino que le alaben.
Todo aquel que ha aceptado a Jesús como Señor y Salvador, tiene paz con DIOS.
Ha recibido la justicia y santidad de Jesús. Por lo que no es necesario
que intente agradar al Padre al obedecer la ley, mas solamente recibir
por fe el regalo de justicia de Jesucristo. Pues todo aquel que ha
aceptado a Jesús como Salvador, de Él se ha revestido (Gálatas 3:27). Ya
no está más desnudo a los ojos de DIOS.
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