En la Segunda Epístola a los Corintios, el Apóstol Pablo escribió: “Nuestras
cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y
leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de
Cristo…escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo…(3:2,3).
La palabra Facebook está compuesta de dos sustantivos provenientes del idioma inglés: face que significa ‘cara’ y book ‘libro’; pero en el contexto específico del sistema mediático al cual hago referencia, una traducción más apropiada sería: “el libro de un rostro o perfil”.
Santiago hablando de la lengua escribió: “con ella bendecimos
al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres…”, y de la boca:
“proceden bendición y maldición”; pero agregó un mandamiento: “HERMANOS
MIOS, ESTO NO DEBE SER ASI” (3:9,10).
¿Qué diría hoy Santiago de aquellos que profesan ser
seguidores de Jesús, y de cuyos dedos proceden un día palabras de
bendición y en otro de maldición?
Todos los medios existentes de comunicación en el mundo contemporáneo, deberían ser usados por los hijos de Dios en armonía con
“todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, lo que tiene virtud
y es digno de alabanza” (Filipenses 4:8).
El testimonio personal se desploma como una casa construida en la
arena y la luz de Jesús se empaña por densas tinieblas cuando se
publican comentarios como: ‘Este día es una porquería’ o ‘Este año fue un asco”, por dar algunos ejemplos de mensajes que he leído y que provienen de un corazón cargado de amargura y queja, y no de uno en donde mora el Espíritu de Dios.
Todos hemos tenido y tendremos ‘días’ en que nos
hemos visto y veremos en el mismo ojo del huracán…pero nuestra actitud
debería ser la del Salmista que en Facebook hubiera vuelto a escribir:
“Este es el DIA QUE HIZO JEHOVA; NOS GOZAREMOS Y ALEGRAREMOS EN EL” (118:24). Y todos hemos tenido y tendremos ‘años’
que preferiríamos se borraran de nuestra memoria…pero un Cristiano
maduro y con una actitud correcta frente a la adversidad puede publicar
lo mismo que el autor del Salmo 102: “Dios mío no me cortes en
la mitad de mis días; por generación de generaciones son tus años…TU
ERES EL MISMO, Y TUS AÑOS NO SE ACABARAN. Los hijos de tus siervos
habitarán seguros, y su descendencia será establecida delante de ti”
(24, 27, 28).
La próxima vez que Usted publique algún comentario personal en el ‘libro de su rostro o perfil’, recuerde que sus palabras serán leídas y conocidas por todos los hombres, y lo exhorto a preguntarse si el contenido de su mensaje va a estar a la altura de una CARTA DE CRISTO.
Nota adicional:
Es la responsabilidad de todo hijo/a de Dios, en especial de
aquellos que están involucrados en el liderazgo espiritual de las
iglesias, de velar por lo que exponen públicamente los miembros de sus
iglesias, para que no deshonren la Soberania de Dios
sobre sus vidas.
Autor: Sergio A. Perelli
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