Este es el proceso de enamoramiento y
unión de las águilas, mismo que no es muy diferente al humano ya que
hemos sido creados como seres afectivos que necesitamos de amor y
compañía, por esta razón en un momento determinado nos unimos a esa
persona con la cual deseamos compartir nuestra vida, pero
lamentablemente la manera de llegar a esta etapa de nuestra vida ha
perdido la riqueza del proceso que Dios quiere regalarnos.
En la actualidad el proceso de amistad y
enamoramiento ya casi no existe, es común conocerse por una horas, si
te simpatizó y se dieron un beso ya estás amarrado (es la expresión en
mi país); siguen saliendo si se sienten bien, pero si no es así, aquí no
ha pasado nada, en el mejor de los casos continúan por algún tiempo, de
pronto… como ahora es “normal” el comprobar si eres compatible
sexualmente con tu pareja y si están de acuerdo inician su vida sexual.
Esto es frecuente en el mundo, pero veamos en el cristiano.
El varón ve a la chica, le sonríe, si
ella responde vuelve a sonreír, si él conserva el interés espera la
próxima oportunidad para entablar conversación (es que como hay muchas
chicas y soy “líder”), la mujer en cambio si le interesa el joven
también sonríe esperando en su corazón que se acerque, pero como no lo
hace espera la próxima ocasión para ella acercarse (es que como hay
tantas chicas, si no lo hago “tal vez se va mi oportunidad”), se hacen
amigos, salen un tiempo y de pronto ya son pareja, comienzan a orar para
que Dios bendiga la relación y les fortalezca, se sienten tan cerca de
Dios y tan fuertes que comienzan a dar lugar a sus deseos corporales
pensando que pueden detenerse cuando quieran; pero, sin darse cuenta no
pudieron y cayeron.
Como vemos no es muy diferente el
resultado ya que somos seres humanos, no es incorrecto el sentir deseo
de estar con tu pareja, lo más hermoso es amar y ser amado pues fue
creado por Dios, pero debemos utilizarlo con responsabilidad y
sabiduría, responsabilidad en el sentido de respeto, consideración y
valor que debes a tu pareja y sabiduría para cuidar la relación, saber
que no puedes sobrestimar tus fuerzas; aprender a ser cauto para no
exponerte a situaciones comprometedoras, identificar el peligro y
aprender a huir.
No es fácil realizar lo que te estoy
diciendo pues aunque anheles con todo tu corazón hacer lo correcto,
somos simplemente mortales, pero hay alguien dentro de ti que síi puede,
es Jesús, acude a él, te dará la fuerza que necesitas para creerle y
esperar.
Tienes mucho tiempo por delante,
disfruta de lo hermoso de una relación; mira a las águilas; creo que
ellas han comprendido mejor el proceso que Dios desea que tengamos.
Mujer, mira como el águila espera a que él busque el momento de
acercarse, y prueba si realmente quiere permanecer a su lado; no temas
perder a alguien que aún no tienes, si él es el adecuado para ti no te
dejará escapar, tú varón, observa la actitud del águila, emprendedor,
luchador, protector y constante para conseguir su felicidad.
“Los muchachos se fatigan y se
cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan en Jehová
tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no
se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” Isaías 40:30-31
Por: Jenny Jaramillo

No hay comentarios:
Publicar un comentario