…TUS PECADOS TE SON PERDONADOS” (Mateo 9:2)
Jesús dijo al paralítico de la camilla: “…Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados” (Mateo 9:2). A lo mejor te estás preguntando: ‘¿Qué pecados puede cometer un paralítico? Hay tres formas de pecar:
1) Por acción: las cosas que hacemos.
2) Por omisión: lo bueno que podemos hacer y no hacemos.
3) Por disposición: nuestras malas actitudes.
¿Por qué no dijo Jesús: ‘Levántate de tu camilla y anda’?
Porque cuando sabes que tus pecados han sido perdonados, tienes la
confianza de pedirle a Dios cualquier cosa que necesitas y la valentía
de levantarte en fe y hacer lo que Él te pida. Al saber que sus pecados
estaban perdonados, este hombre hizo lo que todos pensaron que era
imposible.
Otra enseñanza importante a continuación: Después de que Adán pecó, se escondió de Dios. Cuando el Señor le preguntó: “¿Dónde estás?”, el primer hombre respondió: “Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; por eso me escondí” (Génesis 3:9-10).
¿Cómo saber si algo está mal? ¡Si te hace esconder de Dios!
Cuando algo te hace evitar la oración, la lectura de la Palabra y la
comunión con otros creyentes, es porque no está bien. La Biblia condena
pecados como el robo o la lujuria, ¿pero qué pasa con esas cosas que no están especificadas con detalle en las Escrituras?
Para saber si algo no es correcto, sólo tienes que hacerte esta
pregunta: ‘¿Cómo va a afectar esto a mi confianza delante de Dios?’
Nunca te equivocarás con esa pregunta. “…Si nuestro corazón no
nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidamos
la recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las
cosas que son agradables delante de Él” (1 Juan 3:21-22).

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