La instrucción fue clara: “Entonces el ángel del SEÑOR se le apareció
a la esposa de Manoa y le dijo: «Aunque no has podido tener hijos,
pronto quedarás embarazada y darás a luz un hijo varón. Así que ten
cuidado; no debes beber vino ni ninguna otra bebida alcohólica ni comer
ninguno de los alimentos prohibidos. Quedarás embarazada y darás a luz
un hijo, a quien jamás se le debe cortar el cabello. Pues él será
consagrado a Dios como nazareo desde su nacimiento. Él comenzará a
rescatar a Israel de manos de los filisteos».” Jueces 13:3-5 (Nueva
Traducción Viviente)
Sansón creció y se convirtió en un hombre al cual Dios uso para liberar a
su pueblo de la esclavitud de pueblos paganos. Fue así como Dios
comenzó a cumplir el propósito por el cual Sansón nació.
En la vida de Sansón hubieron muchos episodios de los
que podemos tomar enseñanza, pero en especial hoy quiero referirme a la
historia más conocido, su romance con una mujer llamada Dalila.
Sansón tenía un problema con el amor, no era la primera vez que se
enamoraba, era un hombre un poco inconstante respecto a sus
sentimientos, y en muchas ocasiones tomo decisiones equivocadas, la
última de ellas: Enamorarse de Dalila. “Después Sansón se enamoró de
una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec” Jueces 16:4
(Traducción en lenguaje actual).
Sansón era un hombre con una fuerza sobrenatural, la Biblia no describe
en sí que Sansón fuera un hombre muy alto o que tuviera unos músculos
muy grandes, simplemente lo describe como un hombre con una fuerza
sobrenatural, que no provenía de su altura, o de su musculatura, sino de
la presencia de Dios sobre su vida.
Sansón lo sabía, él sabía que no era un hombre común y corriente, él
sabía que había venido por medio de un milagro de Dios, que había sido
criado para ser un libertador de su pueblo, su larga cabellera le
recordaba cada día que tenía un voto delante de Dios, un voto de ser
santo y apartado, pero que en muchas ocasiones no había cumplido.
Hoy se enamora del enemigo, una mujer como Dalila que realmente no amaba
en lo más mínimo a Sansón, una mujer fiel a su pueblo y que lo único
que quería era conseguir la respuesta de cómo vencer a Sansón. “Los
jefes filisteos le fueron a decir a ella: «Engaña a Sansón, y averigua
el secreto de su gran fuerza. Necesitamos saber cómo vencerlo y atarlo
para mantenerlo bajo nuestro poder. Si logras averiguarlo, cada uno de
nosotros te dará más de mil monedas de plata»” Jueces 16:5 (Traducción
en lenguaje actual).
La ingenuidad de Sansón lo llevaba a visitar frecuentemente a Dalila,
esa mujer tenía un objetivo definido, ella encontraría de cualquier
forma la respuesta del cómo poder vencerlo. Por lo cual insistía en su
pregunta: “Cuando Sansón fue a visitarla, Dalila le preguntó: —¿Cuál
es el secreto de tu gran fuerza? ¿Cómo se te puede atar sin que te
liberes?” Jueces 16:6 (Traducción en lenguaje actual).
En dos ocasiones Sansón había engañado a Dalila diciéndole falsamente la
respuesta que ella buscaba. Ella reaccionaba de esta manera: “Dalila
le dijo a Sansón: —¡Volviste a engañarme! ¿Por qué insistes en
mentirme? Por favor, dime, ¿qué hay que hacer para sujetarte?” Jueces
16:13a (Traducción en lenguaje actual).
Sansón comenzó a jugar con el pecado, quizá para él era un simple juego,
no creo que por su mente pasaba la idea de darle la respuesta correcta a
esa mujer. Mucho la podía querer o estar enamorado de ella, pero no se
atrevería a confesar el secreto de su fuerza, porque de ello dependía su
vida, por esa razón la había engañado dos veces.
La tercera vez que Dalila le pregunta cuál era el secreto de su fuerza, Sansón comenzó a dar pistas verdaderas, el dijo: “Sansón
le contestó: —Si tomas las siete trenzas de mi cabello y las entretejes
entre los hilos de ese telar, y luego sujetas el telar fuertemente al
suelo con estacas, perderé mi fuerza y seré como cualquier otro hombre”
Jueces 16:13b (Traducción en lenguaje actual).
Esta vez la respuesta de Sansón fue un poco más allá, el dijo: “Si tomas las siete trenzas de mi cabello”, aunque no había dicho la respuesta correcta, ya estaba muy cerca de decirla.
Lo que estaba sucediendo a Sansón es lo que muchas veces nos sucede a
nosotros, no necesariamente vamos a ir directo a fallar en aquello que
creíamos controlado, ¡No!, hay momentos en los que progresivamente vamos
accediendo a aquello que lejos de ser de bendición para nosotros, nos
puede destruir.
¿Cuántos de nosotros progresivamente hemos ido cediendo a la presión del
mundo o a la presión del pecado?, sin darnos cuenta vamos poco a poco
descubriendo nuestro corazón y nuestro punto débil del cual el enemigo
seguramente querrá aprovecharse.
La tercer respuesta de Sansón pese a que tenía que ver con su cabello,
no resulto, entonces Dalila recurrió al punto más débil de Sansón, sus
sentimientos: “Entonces Dalila exclamó: —¿Cómo puedes decir que me
amas, si me sigues engañando? ¡Ya es la tercera vez que te burlas de mí,
y todavía no me dices cuál es el secreto de tu gran fuerza!” Jueces
16:15 (Traducción en lenguaje actual).
Sansón cedió a la presión, sus sentimientos que en muchas veces lo
habían llevado a tener problemas, sucumbieron nuevamente ante la mujer
que él creía amar. “Entonces finalmente Sansón le reveló su secreto:
«Nunca se me ha cortado el cabello —le confesó—, porque fui consagrado a
Dios como nazareo desde mi nacimiento. Si me raparan la cabeza,
perdería la fuerza, y me volvería tan débil como cualquier otro hombre»”
Jueces 16:17 (Nueva Traducción Viviente)
Dalia comprendió que esta vez Sansón le había dicho la verdad, ella pudo
sentir su sinceridad, así que maquino todo el plan, durmió a Sansón
mientras lo acariciaba, mando a llamar a un barbero, le quitaron sus
trenzas y todo su cabello y ahora era el momento de probar que tan
fuerte era ese hombre, así que mando a llamar a los Filisteos.
La Biblia narra lo siguiente: “Entonces ella gritó: «¡Sansón! ¡Los
filisteos han venido a capturarte!». Cuando se despertó, pensó: «Haré
como antes y enseguida me liberaré»; pero no se daba cuenta de que el
SEÑOR lo había abandonado” Jueces 16:20 (Nueva Traducción Viviente).
Sansón pensó: “Haré como antes y en seguida me liberaré”.
¿Cuántas veces nosotros hemos vivido esa historia?, ¿Cuántas veces hemos
salido de esos problemas que nos hemos metido, por pura misericordia de
Dios?, ¿Cuántas veces hemos jugado con el pecado pensando que todo
estará bien, como todas las veces que nos a ido bien?
Si bien es cierto, tenemos un Dios grande en Misericordia y tardo en la
ira, no quiere decir que no nos llegara nuestro momento de rendir
cuentas, cuando un día no resulte como nosotros pensamos que iba a
resultar.
Si tu eres un persona, que últimamente has estado haciendo cosas
incorrectas, y a pesar que sabes que no lo tienes que hacer sigues
haciéndolo sin tener la mínima intención de parar de hacerlo y crees que
no te ira mal porque Dios siempre ha estado contigo, entonces: ¡Cuidado!, tu puedes ser un prospecto para que en tu momento las cosas no salgan como siempre han salido.
Hablo de que no puedes acomodarte al hecho de que Dios te ha respaldado
todo este tiempo a pesar de tu pecado, o de tu falta de comunión, si a
pesar de la vida desordenada que has llevado Dios te ha ayudado y quizá
respaldado en algunas cosas, entonces: ¡Gloria a Dios!, porque su
misericordia aun esta sobre tu vida, pero, ¿Qué te hace pensar que todo
el tiempo será igual?, ¿Qué te hace pensar que ese pecado no te llevara
a la derrota si no haces nada por dejarlo?, ¿Qué te hace pensar que si
sigues jugando con Dios, no llegara tu momento de pagar factura?
Sansón olvido por un momento el objetivo por el cual había nacido, se
dejo guiar por sus sentimientos engañosos, quizá creyó que en el amor de
una mujer iba a encontrar todo lo que necesitaba, pero más allá de todo
eso había un propósito por el cual Dios lo había traído a este mundo, y
él lo había olvidado, enfocándose en cosas vanas.
Su larga cabellera era un recordatorio que tenía que ser fiel a Dios y
servirle, sin embargo se acostumbro a llevarla siempre y se olvido del
significado que tenía. Su fuerza no dependía de su cuerpo o de lo bueno
que él era, sino de Dios mismo. Su cabello tampoco era su fuerza, sino
un símbolo de un pacto con Dios, sin embargo, al descubrir su secreto
inconscientemente también estaba renunciando a su voto y al pacto, en
pocas palabras estaba dejando todo lo que lo había hecho ser ese hombre
libertador, por algo que nunca fue.
¿Cuántas veces hemos estado dispuestos a dejar todo lo que Dios nos ha
dado por algo que nunca fue?, ¿Cuántas veces hemos renunciado a Dios
para buscar algo que creemos que nos hará feliz?, ¿Cuántas veces hemos
olvidado el pacto de santidad que hemos hecho con Dios?
La Biblia dice: “Así que los filisteos lo capturaron y le sacaron los
ojos. Se lo llevaron a Gaza, donde lo ataron con cadenas de bronce y lo
obligaron a moler grano en la prisión. Pero en poco tiempo, el cabello
comenzó a crecerle otra vez” Jueces 16:21-22 (Nueva Traducción
Viviente).
Es obvio que si tomas malas decisiones y descubres tu corazón al pecado,
renunciando al respaldo de Dios, el resultado será muy malo. Sansón
después de ser un guerrero temido, un libertador, se convirtió en un
ciego que hacia el trabajo de animales, que divertía a todos en el
palacio, porque lo llevaban para burlarse de él.
Es increíble como una persona usada por Dios puede convertirse en un
burla para los que no conocen de Dios y eso se da porque en ocasiones
queremos aprovecharnos de Dios, llevando una doble vida, queriendo
aparentar santidad, pero viviendo en el puro pecado, sin tener la mínima
intención de evitarlo o de buscar de Dios, creemos que podemos hacer lo
que queremos con los dones y capacidades que Dios nos ha dado,
olvidándonos que Él que te lo dio, es el único que se merece que lo uses
para Él.
Estoy seguro que hay muchas personas que le sirven a Dios y que hoy están leyendo estas líneas, a ti te digo en especial:
Quizá no has estado llevando una vida tan agradable a Dios, quizá has
estado haciendo algunas cosas que muy bien sabes que no tienes que
hacer. Quizá hasta llegaste a un punto en donde te acostumbraste a hacer
aquello que en un principio te era muy difícil hacer porque te sentías
mal de fallar a Dios, mas ahora se ha convertido en algo cotidiano en
ti. ¡No te aproveches de Dios!, quizá no has visto que las cosas
te salgan mal, pero no es porque Dios este de acuerdo con lo malo que
haces, sino porque Él está teniendo misericordia de ti, esperando a que
te arrepientas lo más pronto posible de ese error que estas cometiendo.
No juegues con el pecado, no creas que siempre saldrás de esa, ¿Qué
pasaría si las cosas no salen como siempre han salido?, ¿Estarías
dispuesto a perder la protección y respaldo de Dios por algo que no vale
más que Dios?
Hoy te digo a ti directamente: Arrepiéntete genuinamente delante de Dios,
elimina todo aquello que se ha convertido en una atadura en tu vida, tú
tienes de parte de Dios la capacidad de vencer, sobre todo tienes de su
lado su respaldo, no pienses que no podrás, al contrario, deja que Dios
te tome de la mano y junto a Él siempre vencerás, hoy es día de
finalizar con todo aquello que te ha estado robando autoridad y que poco
a poco te está llevando al fracaso, Dios no tendrá al injusto por
justo, por lo que es necesario volvernos a Él.
La voluntad de Dios no es que suframos las malas consecuencias de
nuestros errores, sino que nos arrepintamos a tiempo para evitar cosas
más difíciles de sobrellevar. Hoy Dios quiere que cada uno de nosotros
nos volvamos a Él, que respetemos su presencia y su servicio, que
reconozcamos que si algún talento o don especial tenemos es por Él y
solo para Él, ninguno de nosotros somos lo que somos por lo bueno que
seamos, sino porque Dios ha tenido a bien hacer cosas maravillosas en
nuestra vida.
No terminemos ciegos, no termines haciendo el trabajo de animales o
sirviendo de diversión a los que no tienen a Dios, al contrario, vivamos
cada día con la única intención de agradarlo, no nos cansemos de
intentarlo, si fallamos, volvamos e intentémoslo nuevamente, pero que
Dios al ver nuestro corazón vea que realmente lo amamos sobre cualquier
cosa y que anhelamos agradarlo en todo lo que hacemos.
Dios es tan lindo que hoy quiere que reconozcas tu estado delante de Él,
que reconozcas tus errores, pero sobre todo que vuelvas a Él como aquel
siervo o sierva que en un principio fuiste, ¿Sabes por qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario