Leer: 1 Juan
3:16-17 | La Biblia en un año: 1 Tesalonicenses 2
Yo soy el
buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas (Juan 10:11).
Me encantan
las aves. Por eso, compré seis pájaros enjaulados y los llevé a casa para
nuestra hija, quien empezó a cuidarlos todos los días. Al tiempo, uno se
enfermó y murió. Nos preguntamos si vivirían mejor fuera de la jaula. Entonces,
liberamos a los cinco sobrevivientes y vimos cómo se iban volando felices.
Mi hija
comentó: «Papá, ¿te diste cuenta de que la muerte de un pájaro hizo que
liberáramos al resto?».
Esto es lo
que hizo el Señor Jesús por nosotros. Así como el pecado de un hombre, Adán,
trajo la condenación al mundo, el Varón justo, Jesús, trae salvación a quienes
creen en Él (Romanos 5:12-19). Jesús declaró: «Yo soy el buen pastor; el buen
pastor su vida da por las ovejas» (Juan 10:11).
Juan lo hace
más práctico, al señalar que, como Cristo «puso su vida por nosotros; también
nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos» (1 Juan 3:16). Esto no
habla de morir físicamente, sino de seguir el ejemplo de amor sacrificial de
Jesús. Por ejemplo, podríamos decidir privarnos de cosas materiales para
compartirlas con otros (v. 17), o dedicar tiempo para estar con alguien que
necesita consuelo y compañía. ¿Por quién debes sacrificarte hoy?
¿Cómo se han
sacrificado otros por ti?
El
sacrificio supremo de Cristo por nosotros nos motiva a sacrificarnos por los
demás.
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