Las mujeres en Malasia pueden ahora comprar carteras con paz en su mente por solo $ 27.oo.
Ese es el precio que aparece en la etiqueta para unas nuevas carteras
en el Mercado de Malasia. Estas carteras tienen tirantes que se
quiebran fácilmente en caso de que alguien quiera robarlas y además
incluye un seguro de $ 13.000.
Una compañía de accesorios en la nación asiática, donde es común el
arrebatamiento de carteras por parte de los ladrones, ha creado esta
novedad.
Usualmente
los ladrones en ese país roban las carteras de las mujeres usando
motocicletas y cuando las arrebatan a veces arrastran a las mujeres en
el pavimento, porque las carteras quedan trabadas en el cuerpo de la
víctima, causándoles graves daños físicos.
Esta nueva cartera tiene la particularidad de tener correas que se
rompen fácilmente en caso de un arrebatón sin que la dama sea tirada al
suelo. Como estas carteras están diseñadas para ser robadas, la cartera
incluye en su precio un seguro que cubre las pérdidas.
Tomado de la revista Word. Febrero 4, 2006.
Acaso es está la solución o incrementará más los arrebatones en las calles de Malasia.
Hay un seguro que si es efectivo. Ese seguro es el cambio de corazón,
de la persona que está en las calles buscando carteras para arrebatar y
la verdadera paz mental para las damas que tienen que transitar por
esas calles.
La Biblia
dice que mientras el corazón del ser humano no cambie, nada podrá
cambiar afuera y nada lo puede cambiar desde afuera. Por esa razón Jesús
vino a la tierra, para traer un nuevo nacimiento al ser humano. ¿Y lo
has recibido?
Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso
puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. Juan 3:3-6
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