Texto áureo:
Sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente,
misericordiosos, amigables. 1 Pedro 3:8
Objetivo:
Considerar el mandato bíblico de servir a otros, y proponerse a responder
mostrando compasión por los necesitados.
Bosquejo
I Respondiendo a
las necesidades
A. La
discordia interna
B. Una
solución sabia
II. Compasión por
otros
A. Viudas
y huérfanos
B. Los que
están necesitados
III. La fe en
acción
A. Frutos
de la salvación
B. La vida
cristiana práctica
Introducción
El crecimiento
puede traer problemas, y la Iglesia Primitiva no fue la excepción. El
avivamiento que trae a las multitudes también puede producir crisis que tarde o
temprano tendrán que tratarse con sabiduría. Uno de los problemas mayores de
cualquier sociedad es la tensión que resulta cuando personas de diferentes
culturas se juntan.
A pesar de que los
primeros cristianos estaban convertidos, todavía traían a la iglesia sus
diversas características culturales. Tal combinación de personas con diferentes
costumbres y de diferentes razas puede causar problemas aun cuando sean
cristianos. Los apóstoles, que eran los líderes de la Iglesia, pronto se dieron
cuenta de una inminente crisis. Porque estaban llenos del Espíritu Santo,
trataban con problemas a medida que el Espíritu les daba sabiduría.
Comentario bíblico
I. Respondiendo a
las necesidades (Hechos 6:1-7)
A. La discordia
Interna
El capítulo 5 de
Hechos cierra con la escena en que los creyentes se ven predicando a Cristo
diariamente a pesar de que los apóstoles son encarcelados y castigados en otra
ola de persecución. No sabemos cuánto tiempo transcurrió entre Hechos 5:42 y
6:1. Sin embargo, vemos inmediatamente que la Iglesia goza de gran crecimiento.
La Iglesia no sólo
había experimentado problemas con los de afuera, sino también con los de adentro
de la Iglesia. Entre otras cosas, los miembros murmuraban entre sí. Habían
llegado a la iglesia muchas personas de diferentes culturas y tan rápido que el
problema causante de la discordia era inevitable.
Pregunta: ¿Por
qué es que la presencia de viudas en la Iglesia presentó una situación tan
delicada en esa época?
La sociedad durante
la época de la Iglesia Primitiva era totalmente diferente a la del mundo actual.
No existían oportunidades de una carrera para las viudas. Tenían que depender de
sus familiares para el sustento, y si no tenían familia, la responsabilidad
recaía sobre la Iglesia. El deber de la Iglesia respecto a esta responsabilidad
fue puesta en debate en Hechos 6 por los creyentes griegos que pensaron que los
creyentes hebreos no estaban distribuyendo esta ayuda igual a todos.
Los creyentes
llamados griegos en el versículo 1 eran helenistas, es decir judíos que habían
nacido fuera de Palestina y hablaban griego. Además de haber adoptado el idioma
griego, ellos también habían adoptado mucha de la cultura de los países donde
habían vivido. Los llamados hebreos habían nacido en Palestina y hablaban hebreo
o arameo. Ellos habían guardado las costumbres judías. De ahí que había una
cierta tensión cultural entre los dos grupos aunque ambos eran judíos.
Los hebreos
dominaban la Iglesia, y justificados o no en sus acciones, los helenistas
sentían que las viudas de su grupo no recibían el mismo trato en la distribución
diaria de la comida. Esta era una situación que no se iba a terminar pronto.
B. Uno solución
sabia
Los doce apóstoles
tuvieron que enfrentar la situación. Ellos sabían que tenían que encontrar una
mejor solución para la distribución de la comida. Una manera que fuera más justa
para todos. Los doce también llegaron a la conclusión de que no podían cumplir
con esta tarea y continuar efectivamente en su liderazgo espiritual. Hay que
servir las mesas, por decirlo así, pero también hay que ministrar la Palabra de
Dios. La única solución lógica era encontrar a otros que fueran aptos para
vigilar por la distribución de la comida.
Indudablemente el
Espíritu Santo dio a los líderes de la Iglesia una palabra de sabiduría para
llegar a una solución. El plan protegía la autoridad de los apóstoles así como
los derechos de la congregación. Para que los apóstoles no tuvieran que elegir a
los hombres, pidieron a la gente que ellos hicieran la elección. Sin embargo,
tenían que cumplir ciertos requisitos. Los requisitos espirituales eran los más
importantes.
Pregunta: ¿Eran
tos requisitos para estos administradores los mismos que deben considerarse hoy
cuando se eligen a líderes en la Iglesia?
¡Qué criterio mejor
que el mencionado aquí para elegir a los líderes de cualquier época! Su conducta
pasada debió ser impecable. Debían tener una reputación impecable y honrada.
También era necesario que estos hombres fueran llenos del Espíritu Santo y
fueran reconocidos por tener la clase de sabiduría que el Espíritu imparte.
Siendo que los
apóstoles eran líderes llamados por Dios, tenían que aprobar la selección de
estos siete hombres. Después que éstos fueron escogidos, los apóstoles podrían
dedicarse de lleno a la oración y a la predicación de la Palabra. Tal arreglo
aseguraba la continua salud espiritual de la Iglesia. Lamentablemente hay
pastores hoy día que no tienen suficiente ayuda, y por lo tanto están recargados
de deberes que cumplir.
En el versículo 5
leemos que toda la multitud aprobó el plan de los apóstoles que había sido
inspirado por el Espíritu Santo. La unidad sustituyó a la fricción y el
desacuerdo que había existido anteriormente. La distribución justa de la comida
se llevaría a cabo sin interrupciones y la Iglesia disfrutaría del liderazgo de
los apóstoles.
Los comentaristas,
al escribir sobre este pasaje, señalan que los siete hombres elegidos tenían
nombres griegos, indicando que eran del grupo que había hecho una acusación
contra la falta de justicia en la distribución de los alimentos. La elección de
éstos aseguró que las viudas griegas serían tratadas justamente. Una vez que la
congregación hubo hecho la selección, los apóstoles impusieron sus manos sobre
los siete.
En este pasaje
vemos cómo los apóstoles veían la misión de la Iglesia. El ministerio espiritual
tenía la prioridad más alta, pero reconocían que no podían pasar por alto las
necesidades materiales del pueblo. Dirigidos por el Espíritu Santo, hicieron
lugar en los ministerios de la Iglesia para que se suplieran esas necesidades.
Los resultados
espirituales se vieron inmediatamente. Al disolverse la tensión en la Iglesia,
la libertad del Espíritu floreció y el avivamiento continuó. Multitudes de almas
fueron salvas, incluso un gran número de sacerdotes.
II. Compasión por
otros (Santiago 1:27; 1 Juan 3:17,18)
A. Viudas y
huérfanos
Los cristianos no
usan la palabra "religión" con mucha frecuencia simplemente porque hay tanto en
ella que no es genuino. En nuestra época, "religión" no es siempre sinónimo de
salvación. Hay muchas personas que son consideradas religiosas pero que no son
nacidas de nuevo.
En este versículo,
sin embargo, Santiago describió la clase de religión que Dios acepta. No estaba
tratando de dar una definición completa de la religión, pero recalca dos
características esenciales que la hacen germina ("pura" y "sin mácula") Una se
refiere a la santidad interior, y la otra a la generosidad exterior.
Pregunta: ¿Qué
quiso decir Santiago al llamar a los creyentes a estar "sin mancha del mundo"?
Su afirmación es
consistente con toda la enseñanza de las Escrituras: que el pueblo de Dios debe
estar separado del mundo. En este caso "mundo" significa el sistema del mundo
organizado por Satanás para resistir el gobierno de Dios. Debemos guardamos de
que las manchas de este sistema impío no se vean en nosotros.
Junto con esta
separación interna debe haber una manifestación externa de nuestra religión que
se manifieste en una verdadera preocupación por otros. Santiago era un hombre
práctico que insistía que la verdadera fe debía manifestarse en hechos visibles.
El incluyó específicamente cuidar de los huérfanos y las viudas. No limitamos
nuestro cuidado a ellos; sin embargo, en la antigüedad ellos representaban a los
indefensos y a los desamparados. Sin que alguien los amara y protegiera, estas
personas se encontrarían a la merced de todos. Siempre ha habido gente que busca
explotar y aprovecharse de ellos. De ahí, la ley de Moisés tenía muchas
instrucciones acerca de cuidar de los huérfanos y las viudas.
B. Los que están
necesitados
Primera de Juan
3:17, se refiere particularmente a ayudar a los necesitados entre los creyentes,
pero la Iglesia debe demostrar el amor de Jesús al darles ayuda material. Esta
puede ser la manera en que los incrédulos respondan positivamente al evangelio.
Juan enfatizó el
mismo principio de Santiago. Juan dijo que el "cristiano" que ve a otro que
tiene necesidad pero lo ignora, tiene razón para preguntarse si el amor de Dios
realmente mora en él.
Pregunta:
¿Podemos obedecer este mandamiento bíblico aun si no somos ricos?
En este pasaje Juan
no se dirige a los ricos, sino a los cristianos que tienen suficientes recursos
materiales. Aunque dicho individuo no sea rico, debe compartir lo que tiene con
los que tienen menos que él. Juan, el apóstol del amor, nos llama a hacer más
que sólo hablar sobre la compasión. El dice: "No amemos de palabra ni de lengua,
sino de hecho y en verdad."
III. La fe en
acción (Santiago 2:14-17)
A. Frutos de
salvación
Pregunta: ¿Si
somos salvos por grada y no por obras, por qué es que Santiago dice que también
debemos demostrar buenas obras?
En este pasaje
Santiago no estaba enseñando que las buenas obras son un medio para ser salvo.
Más bien, decía que las buenas obras deben seguir a la salvación. Santiago nos
dijo que no sólo debemos hablar de nuestra fe, sino que debemos vivirla.
Las palabras "de
qué aprovechará si alguno dice que tiene fe" parecerían un poco fuertes. El
hablar no cuesta, pero las acciones sí. Podemos hablar por muchas horas sobre lo
que debemos hacer, pero si nunca lo hacemos, estamos perdiendo tiempo y nuestra
conversación no tiene ningún valor.
La pregunta,
"¿Podrá la fe salvarle?" se hace de tal manera que parece que la respuesta debe
ser "No". Debemos considerar esto a la luz del contexto. La Biblia no enseña en
ningún lugar que las buenas obras pueden ganamos el favor de Dios, Santiago no
estaba hablando del asunto de la conversión. Su tema era la vida cristiana
práctica que sigue a la conversión. Indicó el fruto de la salvación. Santiago
lanzó una fuerte exhortación contra una profesión vacía y hueca de fe que no
produce ningún fruto espiritual.
B. La vida
cristiana práctica
Para que tuviera
más efecto su enseñanza, Santiago usó un ejemplo que es poderoso debido a la
imagen ridícula que sugiere. Un cristiano no tiene ropas ni comida, así que hace
notoria a otro cristiano su necesidad, esperando su ayuda. Pero en vez de ello,
recibe sólo buenos deseos. Es como si la persona que debía ayudarle le dijera:
"Que lo pases bien." Esta persona tema los medios para ayudar al otro, pero no
quiso esforzarse en hacerlo.
Además de su
enseñanza sobre la fe, Santiago explicó que es importante ministrar a las
necesidades materiales de la gente. ¿Cómo puede el cristiano que ve a alguien
con hambre y sin abrigo, despedirlo sólo con palabras?
"¿De qué
aprovechará?" continúa Santiago. La respuesta es un simple "nada". El individuo
egoísta no promueve su testimonio delante del mundo ni delante de Dios. El
apóstol aplicó el mismo principio a toda la conducta del cristiano. Si alguien
dice que tiene fe pero no muestra evidencias de ella por sus obras, su profesión
de fe viene a ser anulada.
Santiago dijo que
esa fe "es muerta en sí misma". No respira, no se mueve, y tampoco tiene vida.
No produce ningún fruto para los hombres ni trae gloria a Dios.
Aplicación
No es difícil
responder a las necesidades de un individuo que se identifica con nosotros en
nuestra cultura y tradiciones. Sin embargo, en muchas otras ocasiones existen
enormes diferencias culturales y sociales entre nosotros y los que necesitan
ayuda. Dichas situaciones ponen a prueba nuestra dedicación a Cristo. Con
frecuencia uno absorbe con gran facilidad el egoísmo de esta época.
A través de los
siglos, la Iglesia ha sido la primera en ayudar a la gente en sus tribulaciones
y emergencias. Sin embargo, es más fácil contribuir dinero a dichos programas
que tomar parte personalmente. Seguramente hay personas en nuestro vecindario a
quienes podemos ministrar. Puede que sus necesidades no sean financieras. Hay
muchas personas que sencillamente necesitan que alguien los oiga y les de ánimo.
Sin embargo, habrá
necesidades individuales y domesticas que siempre estarán con nosotros. Siempre
habrá alguien que necesita nuestra ayuda. Durante el tiempo de Navidad o cuando
se presentan programas para recaudar fondos de parte de organizaciones de
caridad, podemos sentimos generosos. No obstante, esto no es una excusa para
permanecer insensible a las necesidades de la gente el resto del año.
Ojalá que nunca
estemos en el grupo del cual Santiago dice que "hablan mucho de su fe, si bien
es una fe sin obras". Necesitamos conducimos de tal manera que la gente fuera de
la Iglesia diga: "Este cristiano practica lo que predica."